viernes, 21 de septiembre de 2012

La Tundra: Península de Varanger 1. Noruega

Una habitual forma de empezar un artículo relacionado con la naturaleza de un determinado ecosistema es caracterizarlo botánicamente, pero cuando hablamos de ecosistemas como la Tundra, donde la ausencia de vegetación de cierto porte es tan evidente, no parece representativo empezar con su vegetación. Sin embargo, al igual que la primera aproximación de la sabana son, con frecuencia, las Acacias o de la selva tropical lo son los Ceibos, los Saguaros del desierto de Sonora o los Pinos o Abedules de la Taiga, no creo que haya nada tan definitorio y tan íntimamente ligado a este ecosistema como sus líquenes.



Líquenes de Varanger. Noruega.
Los líquenes definen la Tundra, son como ella misma, "extremos", medran en un ambiente hostil, sobre el permafrost, sobre suelos ácidos y pobres, sobre la desnuda roca, batidos por las racheadas ventiscas, sometidos, en ocasiones, a la sequedad, en otras, al exceso de agua...
Y entre ellos, los grandes comedores de líquenes...
Reno Europeo (Rangifer tarandus). Península de Varanger. Noruega.
De entre las aves, destacar la observación del coqueto Pato Havelda (Clangula hyemalis), el ubiquista Chorlitejo Grande (Charadrius hiaticula), el inquieto Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus), los piratas Págalo Parásito (Stercorarius parasiticus) y Págalo Rabero (Stercorarius longicaudus) criando en pleno páramo, el esbelto Colimbo Chico (Gavia stellata), Correlimos de Temminck (Calidris temminckii), Escribano Lapón (Calcarius lapponicus)...
Pato Havelda (Clangula hyemalis). Península de Varanger. Noruega.
Chorlitejo Grande (Charadrius hiaticula). Península de Varanger. Noruega.
Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus). Península de Varanger. Noruega.
Págalo Parásito (Stercorarius parasiticus) criando en la península de Varanger. Noruega.
Págalo Rabero (Stercorarius longicaudus) criando en la península de Varanger. Noruega.
Inconfundible "jizz" del Colimbo Chico (Gavia stellata). Península de Varanger. Noruega.
Un migrante en la península, estival aquí, el Correlimos de Temminck (Calidris temminckii). Península de Varanger. Noruega.
También hubo tiempo para los paseriformes, como este Escribano Lapón hembra (Calcarius lapponicus). Península de Varanger. Noruega.
Escribano Lapón hembra (Calcarius lapponicus). Península de Varanger. Noruega.

Esta foto resumen el interior de la península de Varanger: cursos de agua, casas de madera dispersas en las zonas más amables, sauces y abedules como árbolitos, algo más que arbustos, cuando no rastreros, líquenes en las zonas más expuestas y desoladas, como en la amplia meseta central, neveros en las más umbrosas y roca madre en las cimas, degradándose, como dirían los geólogos, mecánicamente, por efecto del agua, el hielo y el viento.
Cuando la orografía lo permite, la vegetación alcanza cierto porte. Península de Varanger. Noruega.
Y en estos "oasis"...
Andarríos Bastardo (Tringa glareola) haciendo honor a su nombre ingés: "Wood Sandpiper". Península de Varanger. Noruega.
Archibebe Común (Tringa totanus). Península de Varanger. Noruega.
Cisne Cantor (Cygnus cygnus). Península de Varanger. Noruega.
 También tuvimos tiempo de sorprendernos al ver cómo la vida se abre camino.
Flor. Península de Varanger. Noruega.
No lejos de allí, una hembra de Esmerejón (Falco columbarius) acechaba a las aves más menudas mientras que una Serreta Grande (Mergus merganser) abandonaba precipitadamente la laguna.
A menudo tienes la impresión de que las carreteras aquí no conducen a ninguna parte, sin embargo, esta desolación a mí me resulta evocadora.
Península de Varanger. Noruega.
Península de Varanger. Noruega.
Aunque no seríamos justos si no reconociéramos que cuando se abre el cielo y el sol ilumina esta tierra, las tonalidades que dibuja son únicas.
Península de Varanger. Noruega.

Península de Varanger. Noruega.
También hubo momentos para las rarezas, en esta ocasión por partida doble, pues este Estornino Rosado (Pastor roseus) también es rareza por aquí.
Estornino Rosado (Pastor roseus). Península de Varanger. Noruega.

De entre las flores, destacar la abundancia de la carnívora Pinguicula vulgaris. Este género no lo observaba desde que, en Cabañeros, pudimos verlo en uno de sus característicos trampales, en aquella ocasión junto a la otra carnívora castellana, la Drosera. La escasez de nutrientes de estos suelos justifica su presencia y éxito. Cuando una presa queda atrapada por la sustancia pegajosa que segregan unos minúsculos pelos de su roseta basal, un segundo tipo de glándulas comienza a segregar un líquido compuesto por ácidos y enzimas digestivos que disuelven las partes más duras de los insectos. Posteriormente, las cutículas reabsorben el líquido, ahora rico en nutrientes.
Pinguicula vulgaris. Península de Varanger. Noruega.
Pinguicula vulgaris en flor. Península de Varanger. Noruega.
Y una orquídea...
Coeloglossum viride, antes dentro del género Dactylorhiza . Península de Varanger. Noruega.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

La Taiga 2. Noruega: Ovre-Pasvik

Eider Común (Somateria mollissima), la mayoría de ellos machos. Varangerfjorden. Finnmark. Noruega.
Para alcanzar Svanhovd desde Kaamanen tuvimos que dar un gran rodeo, pasando, por cierto, cerca de Neiden (los prados junto a su reconocida iglesia de madera es uno de los mejores lugares para el Mosquitero Boreal, por cierto). Parte de este recorrido va paralelo a un "brazo" perpendicular al gran fiordo "Varangerfjorden" donde en marea alta pocos lugares permiten el descanso del Eider Común (Somateria mollissima) y así se aprietan ¿mancados? en grandes concentraciones de machos en islas como esta, compartiendo este reducto con Ánades Reales (Anas platyrhynchos), Serretas Grandes (Mergus merganser) o Gaviones (Larus marinus). ¡Impresionante! ¿Y las hembras de Eideres? al cuidado de sus vástagos en parajes más resguardados...
Eider Común (Somateria mollissima). Hembras con crias. Nesseby. Finmark. Noruega.
Macho y hembra de Eider Común (Somateria mollissima).
El centro de interpretación que sirvió como punto de abordaje del entorno y parque de Ovre-Pasvik es una moderna instalación que permite alojarse en unas cómodas habitaciones con todos los servicios, ¡muy recomendable!.
Banderas a la entrada del centro de interpretación de Svanhovd (unos 40 km. al sur de Kirkeness). Ovre-Pasvik. Noruega.
Esta impresionante foto de Cárabo Lapón (Strix nebulosa), una de las aves más fascinantes (y escasas) de los bosques boreales, decoraba la entrada del centro de visitantes de Ovre-Pasvik. Noruega. ¡Quién pudiera!
Los propios caminos que circundan el centro ya te permiten anotar especies interesantes, como el Chorlito Dorado (Pluvialis apricaria). En un bosque de Abedules próximo cria el Pico Tridáctilo (Picoides tridactylus). Algunas las vimos y fotografiamos, otras no...
Chorlito Dorado (Pluvialis apricaria). Grupos numerosos se alimentan en los prados próximos al centro de interpretación de Svanhovd. Ovre-Pasvik. Noruega.
Una de las cosas a mi parecer más interesantes de estos viajes en los que te mueves en sentido longitudinal-norte, es la de poder observar en plumaje nupcial o en lugares de cria, especies comunes en la invernada de la península ibérica. Noruega nos ofreció muchos momentos de este tipo, pero quizá el más interesante fue observar una Grulla Común (Grus grus) campeando en busca de alimento en un aguazal tan propio de este hábitat. Acostumbrado a no darle sentido a sus largas extremidades cuando se alimenta en las dehesas manchegas, andaluces o extremeñas, cobra sentido ahora su fisionomía al verlas vadear y su cabeza salvar la hierba alta del charcón para obtener el mejor de los oteadores en su búsqueda de alimento.
Grulla Común (Grus grus) patrulla en uno de los típicos claros que se abren en la Taiga. Ovre-Pasvik. Noruega.
El frecuente Cottongrass (Eriophorum sp.). En el algodón se esconde la semilla que disemina el viento. En la foto superior de la grulla se observan las "hierbas algodoneras" en primer término. Ovre-Pasvik. Noruega.
Como ya ocurriera en territorio finés, aquí también hicimos uso de la red de comederos. En este, el de "Myrbekkoin", los más atrevidos fueron una pareja de Camachuelo Común (Pyrrhula pyrrhula) que no tardó en acercarse tras rellenar de pipas los comederos. Les acompañaron Pardillos Sizerines (Carduelis flammea), Pinzones Reales (Fringilla montifringilla) y la visita fugaz del Ámpelis Europeo (Bombycilla garrulus).
Camachuelo Común hembra (Pyrrhula pyrrhula). Ovre-Pasvik. Noruega.
Camachuelo Común macho (Pyrrhula pyrrhula). Ovre-Pasvik. Noruega.
Pardillo Sizerín (Carduelis flammea). Ovre-Pasvik. Noruega.
La Taiga y la Tundra se alternan en espacios como el principio de la península de Varanger y cuando las condiciones de exposición lo permiten, aparece el bosque. Nuestra primera observación de Alce Europeo (Alces alces) tuvo lugar en un extenso parche de bosque de ese tipo alojado en un estrecho valle. No pudimos fotografiar a una hembra con sus dos crias que se adentraron celosas de su intimidad en el bosque de abedules. No obstante, ese mismo día, cuando estábamos ya cerca de alcanzar Ivalo, pudimos ver a la especie de nuevo, esta vez sin dificultad.
Alce Europeo (Alces alces). Región de Inari. Lapland. Finlandia.

Anduvimos tras ella en tres ubicaciones distintas, la experiencia que nos habían trasladado sobre este bicho era de especie frecuente, fácil de observar. A nosotros nos costó y faltó poco para quedarnos sin observar a una de las aves más represantativas de estas latitudes: La Lechuza Gavilana (Surnia ulula).
Lechuza Gavilana (Surnia ulula) bajo la lluvia. Península de Varanger. Noruega.

jueves, 6 de septiembre de 2012

La Taiga 1. Finlandia: Pasvik - Inari

Aspecto de la Taiga en Kaamanen, Inari, Lapland. Finlandia.
Un cinturón de coníferas, sólo interrumpido por los océanos pacífico y atlántico, abraza la tierra en latitudes boreales. Este "bioma" da uniformidad a los hábitats y a la fauna del Paleártico y el Neártico Boreal, aproximadamente entre los 50º y 60º latitud norte. Más al norte, sólo la extrema y circumpolar "tundra" nos separa de los hielos permanentes del polo norte.
Internarte en la Taiga tiene algo de mágico. No es difícil olvidarte de la oficina y creerte un aventurero aquí.
En verano, el suelo de la taiga, permanentemente helado durante el largo invierno, se deshiela, permitiendo que vuelvan a aparecer multitud de lagos, ciénagas, prados húmedos, trampales y otros medios húmedos tan característicos de estas latitudes. Para multitud de aves, la taiga se muestra entonces como una inmejorable oportunidad para la cría, con una disponibilidad de alimento alta, la que confiere un ecosistema que tiene que cumplir con su ciclo anual en unos pocos meses.
En julio de este año, una vez más de la mano de Spainbirds, tuvimos la oportunidad de participar de este espectáculo de la naturaleza boreal en su extremo más occidental: Finlandia, concretamente en el entorno del parque Pasvik-Inari, un parque transnacional que comparte este país con Noruega y Rusia.
Sol de medianoche en Kaamanen, Inari, Lapland. Finlandia.
El sol de medianoche: Tanto se ha hablado de este acontecimiento astronómico que intentaré huir de sus clichés. Sorprendente pero útil... Esperas su puesta como quien espera que vuelva la siguiente ola, como quien espera la luna llena tras el cuarto creciente... pero no, allí queda, terco, decidido a levantarse de nuevo sobre el horizonte que no llega a tocar. Y es útil, al menos para alguien que, como nosotros, visita esta tierra y no quiere perderse nada. 24 horas de pajareo o hasta que el cuerpo aguante... La tenue luz de un sol débil no nos impedía observar una simpática familia de Porrones Osculados (Bucephala clangula) sobre los que sobrevolaban Gaviotas Canas (Larus canus) y Charranes Árticos (Sterna paradisea) que describían imposibles piruetas mientras capturaban mosquitos, la pesadilla de estas latitudes en verano.
El primer paseo nos devolvió, entre otras, la observación de la Serreta Chica (Mergus albellus). Un macho en plumaje nupcial junto a su hembra completó en mi caso las tres serretas en mi lista particular. No sé qué explicación daría un psicólogo a que un logro tan fútil en lo práctico pueda hacerte sentir en un instante como el hombre más afortunado del mundo!!!
Cartel con las especialidades laponas que acuden a la red de comederos de Pasvik. Lapland. Finlandia.
Aunque la economía de la zona está basada principalmente en la caza y la pesca, el turismo de naturaleza tiene un peso específico importante en la región y así, entre otras iniciativas, nosotros hicimos uso de una en particular que permite ver especies que de otro modo sería casi impensable observar, o al menos "garantizar" en un viaje tan corto. Me estoy refiriendo a los comederos. En la foto podemos ver el cartel con las especies que se acercan a los mismos, siendo algunas de ellas las más deseadas y buscadas en la zona. En el comedero de Nerjan Tulen Tupa, próximo a nuestro alojamiento en Kaamanen (casas Kaamasen Kievari), pudimos constatar la anterior afirmación personificada en una pareja de Camachuelo Picogrueso (Pinicola enucleator), que confiadamente se alimentaba de pipas a una velocidad de proceso endiablada.
Camachuelo Picogrueso (Pinicola enucleator) en Nerjan Tulen Tupa, Kaamanen. Inari. Lapland.
Un instante duró la visita del Arrendajo Funesto (Perisoreus infaustus), otra de las especies que buscábamos. Fue un instante sí, pero suficiente para observarlo bien. Unos días más tarde se dejó ver de nuevo a pocos kilómetros de la frontera con Rusia.
Arrendajo Funesto (Perisoreus infaustus) sobre "sebo" colocado como "cebo" sobre un Abedul en el comedero de Nerjan Tulen Tupa, Kaamanen. Inari. Lapland.
Pinzón Real (Fringilla Montifringilla), uno de los sonidos más frecuentes y característicos de estos bosques.
A pocos cientos de metros de la cabaña donde estábamos alojados cria el Charrán Ártico (Sterna paradisea) y el Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus). Por estas latitudes también vimos a las cosmopolitas Lavanderas Blancas (Motacilla alba) que aquí acompañan la cria de los anteriores junto a la Agachadiza Común (Gallinago gallinago) o el Papamoscas Cerrojillo (Ficedula hypoleuca), entre otras especies más comunes, por citar algunas.
Largas rectrices y pico sin negro en la punta delatan al Charrán Ártico (Sterna paradisea) criando sobre "podsoles". Kaamanen. Inari. Lapland.
De camino a Svanhovd, los incontables lagos que jalonaban la ruta permitían seguir sumando especies tan interesantes como este precioso Colimbo Ártico (Gavia arctica) en plumaje nupcial, un vestido no aconstumbrado a ver en las raras ocasiones que se deja ver por nuestras latitudes.
Un momento para la flora:
Rhododendron tomentosum, conocido entre otros nombres como Romero Salvaje (ver hojas) y con el que se hace un té local. Inari. Lapland.
 

La mala calidad del suelo, turboso en las peores orientaciones o de tipo podsol con humus muy ácidos que lo hace pobre, con largos periodos congelado y otros muy húmedo, que lo hace inestable, impidiendo que medren grandes ejemplares de árboles y donde el proceso de descomposición no se completa, hace que el Pino de Valsaín ó Silvestre (Pinus sylvestris) no alcance las proporciones a las que nos tiene aconstumbrado en la Sierra del Guadarrama, por citar algún espacio que pueda servir como referencia conocida.
Pino Silvestre (Pinus sylvestris). Inari. Lapland.
¡Y todo esto antes de cumplir menos de 24 horas en la patria lapona!