domingo, 16 de diciembre de 2012

Alondra Ricotí (Chersophilus duponti)

Rello, amanecer de un recordado 08 de mayo de 2004. El páramo soriano no se ha enterado de la llegada de la primavera, el frío es helador, el rocío extiende su manto escarchado; sobre los ralos prados mestarios, a modo de azucar glass, sobre las bayas de los estoicos majuelos, a modo de vergonzosa bola de navidad, sobre la descuidada pista, a modo de quebradizo cristal. Llegamos el día anterior, ya a última hora nos topamos con su sorda muralla, débiles luces acompañaban con dificultad su silueta que se perdía por entre la densa niebla, las sólidas y pétreas calles parecían detener el tiempo... Como tantas veces por entonces, el alojamiento era lo de menos, un camastro valía y si era barato, nos valía más... Como tantas veces por entonces, no recuerdo dónde dormí... Como tantas veces por entonces, dormimos poco, a las 0530h. nos levantamos, decididos a no dejar pasar esta oportunidad, no se podía volver a escapar, desde aquel marzo de 1996 en Belchite, donde creímos escuchar su aflautado e inconfundible (ahora, no entonces) reclamo, no habíamos sido capaces de detectarla y las dudas de aquel primer contacto nos inundaban, discutíamos horas sobre si podíamos dar veracidad a un reclamo tan temprano para la especie. Ahora, años después, la doy por buena y así, la Alondra antes de Dupont, ahora Ricotí, sumó la número 285 de mi lista de aves de España, donde ya he comentado alguna vez, sigo la lista patrón de Eduardo de Juana. A la fecha, son ya 415 las observadas (unas pocas sólo oidas) por un servidor. La lista completa suma 532 especies, 349 si excluímos las accidentales (casi doscientas especies de muy difícil observación).

Entre Belchite y Barahona fueron muchas las visitas tras este fantasma de los espinosos aulagares, toscos espartales, intrincados cambronales o inhóspitos matorrales halófitos: Páramo de Masa, Duratón, Bardenas Reales, Altos de Barahona (en mayo de 2001 por primera vez), Monegros, Cabo de Gata, Hoya de Baza... todas las búsquedas se contaban por fracasos.

Desde Rello, avanzamos en coche hacía los Altos de Barahona, nuestro anhelado destino. En el trayecto, apenas un Alcaudón Meridional (Lanius meridionalis), poca cosa más. Una vez en el páramo, hizo acto de presencia el viento, racheado y molesto se sumó al frio que ya nos acompañaba largo rato. Sotaventados con la puerta abierta y colocando el coche como parapeto nos apostamos a escudriñar el páramo con nuestros telescopios. Estas alondras son "ratonas", no les gusta volar, apeonan agilmente y su visión siempre es fugaz, rara vez vuelan. Empezamos a escuchar sus reclamos, primero uno más cerca, luego alguno más alejado, en algún momento creímos escuchar al menos cinco ejemplares al tiempo!!!!. Por fín pudimos verlo, sólo uno, pero nos valía...

Tras esta aulaga ¿Genista scorpius? se dejaba ver irregularmente este desconfiado macho que emitía su característico reclamo dejándose ver "lo justo".
Alondra Ricotí (Chersophilus duponti). Altos de Barahona. Rello. Soria. Foto por digiscoping con Nikon E4500 y Optolyth 100mm.
Alondra Ricotí (Chersophilus duponti). Altos de Barahona. Rello. Soria. Foto por digiscoping con Nikon E4500 y Optolyth 100mm.
No recuerdo el tiempo que se escucharon los reclamos, pero terminaron al tiempo, todos de una vez, fueron quizá 70 minutos, una hora y media máximo el tiempo que reclamaron, luego callaron y no volvimos a saber de ellos. Como fantasmas, regresaron a su mundo, el que convive con el nuestro, pero en el que es difícil entrar. Aquel día nos dejaron hacerlo.

Las alondras no fueron lo único que pudimos observar en aquel impresionante lugar, lo más destacable quizá fue la observación de varias Currucas Tomilleras (Sylvia conspicillata), aunque no pudimos fotografiarlas, otras sí se dejaron.
Collalba Rubia (Oenanthe hispanica). Altos de Barahona. Rello. Soria. Foto por digiscoping con Nikon E4500 y Optolyth 100mm.
Bisbita Campestre (Anthus campestris). Altos de Barahona. Rello. Soria. Foto por digiscoping con Nikon E4500 y Optolyth 100mm.
Abandonamos el páramo dejándolo en su status quo impertérrito, del que espero no haya salido todavía, con el tiempo detenido, inquieta similitud con Rello. De camino al coche, un Águila Real (Aquila chrysaetos) parece reclamar su reino posándose sobre la atalaya que vigila el páramo. Enfadado, un Halcón Peregrino (Falco peregrinus) insulta al hiératico señor mientras vuela dando amplios círculos sobre él.

Como tantas veces por entonces, regresamos a Madrid con nuestros más deseados trofeos: cientos de fotos de pájaros, mala calidad y triste técnica, pero verdaderas joyas irremplazables, rara vez aparecíamos nosotros, actores secundarios de estas campañas. Como tantas veces por entonces, regresábamos cada domingo habiendo conquistado el mundo...

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Tritones

"Poseidón despertaba las tempestades al montar en su carro. Los caballos de cascos de bronce creaban con su pataleo las olas que tragan a los navíos. Los tritones de su cortejo lanzaban por sus caracolas los mugidos atmosféricos que tronchan los mastiles como cañas."
(Blasco Ibañez, Mare Nostrum)
 
Según la mitología griega, los tritones eran seres similares a los sirenos, mitad hombre y cola de pez. Como en otros muchos seres de la mitología griega, estas apariencias intermedias entre hombres y animales eran habituales y estimularon la idea de la metamorfosis. De tal modo, no es extraño que estos anfibios urodelos terminaran recibiendo este apelativo.

De entre las especies de tritones que podemos observar en la Península Ibérica, quizá la más fácil de localizar en los cuadrantes nor y suroccidental sea uno de nuestros endemismos: el Tritón Ibérico (Lissotriton boscai).

Larva de Tritón Ibérico (Lissotriton boscai). Entorno del P.N. Monfragüe. Cáceres.

Larva de Tritón Ibérico (Lissotriton boscai). Sierra de La Culebra. Zamora.
La larva de Tritón Ibérico (Lissotriton boscai) posee desde que sale del huevo las características branquias externas en forma de tres penachos (se observa en la segunda foto) y la cola perfectamente desarrollada. Por contra, las extremidades aparecen gradualmente, primero las anteriores y luego las posteriores, momento de desarrollo en el que encontramos al ejemplar de la foto superior. Todo este proceso es controlado por la tiroides, pudiendo prolongarse el estado larvario en función de las condiciones ambientales (neotenia, cuyo caso más extremo conocido es el del Axolote). Aunque esta metamorfosis no es tan espectacular como en los anuros, implicará cambios importantes como la reabsorción de la aleta de la cola, la destrucción de las branquias externas y un cambio en la estructura de la piel. En anuros, los cambios son más notables, y casi todos los órganos sufren algún tipo de modificación.
Larva de Tritón Ibérico (Lissotriton boscai) recien metamorfoseada. Linarejos. Sierra de La Culebra. Zamora.
Macho adulto reproductor de Tritón Ibérico adulto (Lissotriton boscai). Entorno del P.N. Monfragüe. Cáceres
Los tritones han sido y son quizá el mejor motivo que encuentro para detenerme en cualquier poza, charca o pilón (con permiso de los odonatos). Es una atracción irresistible para mi, no lo puedo evitar. Me parecen animales muy interesantes de biología sorprendente. Son seres rústicos de enorme adaptabilidad, lograda por la presencia de dos fases, la terrestre para épocas más secas y la acuática, la utilizada para la reproducción. La transformación que experimentan entre fases, sin ser muy acusada, es importante, destacando en la fase acuática la presencia de una aleta dorsal aplastada longitudinalmente. Siempre hay que acercarse a ellos con respeto, evitando que sufran un colapso hipotérmico por el cambio de temperatura que supone el sacarlos de la charca.
Fase acuática de macho adulto de Tritón Jaspeado (Triturus marmoratus), "hemano mayor de nuestro Tritón Pigmeo y especie más septentrional. Arribes del Duero. Salamanca.
Hembra (reconocible por la linea dorsal anaranjada) en fase terrestre de Tritón Pigmeo (Triturus pygmaeus). Valverde de la Vera. Cáceres.

sábado, 17 de noviembre de 2012

Tenerife

El Teide, desde los Roques de García, en las Cañadas. Tenerife. Islas Canarias.
"la cumbre del Pico de Tenerife, cuando una capa horizontal de nubes de una blancura deslumbrante separa el cono de las cenizas de la meseta inferior, y cuando, de repente, de resultas de una corriente que sube, la vista puede al fin penetrar desde el mismo borde del cráter, hasta las viñas de La Orotava, los jardines de naranjos y los grupos frondosos de plataneras del litoral".
(Humboldt. Kosmos)

Sólo seis días pasó el polifacético A. von Humboldt en Tenerife. Entre sus objetivos en las isla se encontraban las visitas al Teide, cuyo volcán quería medir y al Drago Milenario de La Orotava, que conoció por un grabado de la ápoca en el Botánico de Madrid. Emulando al insigne botánico y geógrafo alemán, pasé unos maravillosos días en la mejor compañía posible en este verano de 2012 y, como él, también dedicamos un tiempo a explorar el Teide y a conocer el archifamoso Drago Milenario de Icod de los Vinos, una vez que el que fue visitado por Humboldt, en la Orotava, sucumbiera al viento. El Drago de Icod tiene instalado en su interior un ventilador para facilitar la circulación del aire y evitar la proliferación de hongos, intentando alargar así la leyenda de este sustituto (como buen recurso turístico, se ha de garantizar tener siempre un Drago milenario). Hay que decir que el Drago no es propiamente un árbol y así, al no disponer de un tronco leñoso, la altura no le sienta muy bien.
Drago (Dracaena draco) en Icod de los Vinos. Tenerife. Islas Canarias. Pese a ser nombrado como "Milenario", hay consenso en que su edad no alcanza el milenio.
He tenido la tentación de poner una foto del Valle de la Orotava desde el mirador que se ha construido en su honor, pero la verdad es que sólo hubiera servido como foto denuncia, pues el valle ha sido virtualmente invadido de forma desordenada y radical por el ladrillo, como toda España... ¡una pena! no creo que paremos hasta tener alicatado el último rincón de este bello país.
Nenúfar. Jardín Botánico. Tenerife. Islas Canarias.
Colletia cruciata, nativa de Sudamérica. Jardín Botánico. Tenerife. Islas Canarias.
Tenerife es diversa, y no sólo en paisajes, destacando preciosos rincones como el Jardín Botánico, cuya visita fue, para nosotros, una agradable sorpresa. Aparte de las especies botánicas, en el parque asistimos a la intensa actividad de esta hembra de Anax Imperator en plena sesión de puesta. Me llamó la atención que cualquier sustrato parecía servirle, tanto fuera como dentro del agua, siendo esto último lo habitual en la especie.
Anax Imperator. Jardín Botánico. Tenerife. Islas Canarias.
Anax Imperator. Jardín Botánico. Tenerife. Islas Canarias.
Entre el espeso follaje de las especies tropicales que forman el jardín, una especie que aunque cada vez es más escasa, no sale del catálogo de especies cinegéticas, me refiero a la Tórtola Común (Streptopelia turtur).
Tórtola Común (Streptopelia turtur). Jardín Botánico. Tenerife. Islas Canarias.
El Sur de la isla es notablemente más seco y las temperaturas más altas, pues el microclima que ofrece el"atrapanubes" que supone la mole del Teide con su corona forestal y los bosques de laurisilva no alcanzan a influir tan al sur como, por ejemplo, en Guia de Isora, donde nos encontramos con este Lorito Senegalés (Poicephalus senegalus), que se detectó él mismo con su garrulo comportamiento. En cuanto a Psitácidas, también vimos en Santa Cruz a la Cotorra de Kramer (Psittacula krameri), cuando buscábamos otra exótica de la que teníamos un soplo sobre su posible ubicación, me refiero al Miná Común (Acridotheres tristis), que no vimos, por cierto.
Lorito Senegalés (Poicephalus senegalus). Abama. Guia de Isora. Tenerife. Islas Canarias.
Cuando viajo a una isla no dejo de pensar cómo el efecto de la insularidad afecta al desarrollo de las especies que las pueblan. Cualquiera que conozca el trabajo de C.Darwin sabrá de qué hablo. En las Canarias, una de las singularidades más notables es la diversidad de lagartos del género Gallotia, como nos recordaba este cartel en el didáctico y muy recomendable "Museo de la Naturaleza y el hombre" de Santa Cruz. Así es, en cada isla ha evolucionado al menos una especie de un tronco común, de la misma manera, aunque algo más modesta en cantidad que los famosos pinzones de las Galápagos.
Cartel sobre la distribución en el archipiélago del género Gallotia. Museo de la Naturaleza y el hombre. Santa Cruz de Tenerife. Islas Canarias.
Estos lagartos no son difíciles de ver en zonas de matorral o pedregosas, siendo más escasos o inexistentes en los bosques.
Gallotia galloti. Garachico. Tenerife. Islas Canarias.
Garachico, pueblo conocido en lo turísitco por las piscinas naturales, en lo ornitológico, porque en el islote que se observa frente al pueblo cria la escasa Pardela Chica (Puffinus assimilis) y en lo orográfico, por estar asentado sobre una antigua colada de lava. Tenerife. Islas Canarias.
Como resumen de las especies de aves vistas, citar las observaciones de Halcón Tagarote (Falco pelegrinoides) sobre la playa de las Teresitas, Paloma Turqué (Columba bollii) y Pinzón Vulgar Canario (Fringilla coelebs tintillon) en las laderas de Tigaiga, Lorito Senegalés (Poicephalus senegalus) y Pardela Cenicienta (Calonectris diomedea) en Abama, Cotorra de Kramer en el parque de la plaza de España, Santa Cruz, Canario (Serinus canaria), Vencejo Unicolor (Apus unicolor), Vencejo Pálido (Apus pallida) y Mosquitero Canario (Phylloscopus canariensis) por todas partes, muy comunes o Bisbita Caminero (Anthus berthelotii) frente a playa Jardín.
Bisbita Caminero (Anthus berthelotii). Playa Jardín. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.

Mosquitero Canario (Phylloscopus canariensis). Abama. Guia de Isora. Tenerife. Islas Canarias.
Subespecie canaria de Pinzón Vulgar (Fringilla coelebs tintillon) en las laderas de Tigaiga. Foto: Andrés Atrio.
Bosques de Laurisilva en las laderas de Tigaiga, próxima al valle de La Orotava. Tenerife. Islas Canarias.
Pinzón Azul del Teide (Fringilla teidea). Pese a la mala calidad de la foto, se observa su particular jizz con su inconfundible robusto pico cónico. Corona forestal. Tenerife. Islas Canarias.
Corona forestal, ecosistema de pinares que ofrece refugio al interesante endemismo insular que supone el Pinzón Azul. Tenerife. Islas Canarias.
De entre los insectos, no sólo fuimos sorprendidos por la enorme libélula Anax Imperator, no siendo raro encontrarte con la Mariposa Monarca (Danaus Plexippus).
Mariposa Monarca (Danaus Plexippus) sobre Magnolio. Puerto de la Cruz. Tenerife. Islas Canarias.
El contraste de paisajes en la isla es notable. Próximo a Santiago del Teide se encuentra el parque rural de Teno, uno de los pocos sitios en la isla donde medra el aquí escaso Cuervo Común (Corvus corax).
Impresionante toma del cañón de Masca, dentro del parque rural de Teno, próximo a Santiago del Teide. Tenerife. Islas Canarias.
Vivimos momentos inolvidables en esta isla, tan buenos recuerdos ya guardamos que pese a todo lo que nos queda por ver, seguro volveremos si el destino nos lo permite. Nos quedamos con su carácter de isla variada, acogedora y bonita, con multitud de posibilidades para la familia y de escenas como esta, tras la que, una vez puesto el sol, comenzaron a volar sobre nosotros las ruidosas Pardelas Cenicientas (Calonectris diomedea) del acantilado próximo a dónde cenábamos tranquilamente en familia. ¿Qué más se puede pedir?
Deliciosa puesta de sol desde la costa de Abama. Guia de Isora. Tenerife. Islas Canarias.

lunes, 29 de octubre de 2012

La Tundra: Hornoya. Noruega

Frente a la isla de Vardø, a la que se accede por un inquientante "tunel" bajo las aguas del Mar de Bering, en el extremo más oriental de Varanger, se encuentra la pequeña isla de Hornoya, un espectáculo de 80.000 aves en plena estación de cria en julio de 2012.

Panorámica de la isla de Hornoya, frente a Vardø, Península de Varanger, Noruega.
Las aves marinas son las estrellas aquí, por tierra, mar y aire, mires donde mires...
Por tierra...
mar...
y aire...
Algunos de los que allí estábamos habíamos compartido la experiencia de Lunga, y los recuerdos se nos agolpaban, intentando poner en contexto una experiencia y la otra.
Arao Común (Uria aalge). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Frailecillo Atlántico (Fratercula arctica). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.

La comisura blanca delata al Arao de Brünnich (Uria lomvia) entre los
Araos Comunes (Uria aalge). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.

Cuando suben las temperaturas, las aves "jadean" como los perros, ¡cuestión de falta de glándulas sudoríparas!. Cormorán Moñudo (Phalacrocorax aristotelis). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Gaviota Tridáctila (Rissa tridactyla). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Elegante diseño del Alca común (Alca torda). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.

Con tanta vida alrededor, siempre hay oportunistas cerca...

Gavión Atlántico (Larus marinus). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Págalo Parásito (Stercorarius parasiticus). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
En un mundo de aves marinas, la isla es también un paraiso para "Anthus" y un pajarito nada fácil de ver...
Un Bisbita Costero (Anthus petrosus) nos muestra su capacidad para la caza y la suerte que tienen sus crias. Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Bisbita Pratense (Anthus pratensis). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.
Pardillo Piquigualdo (Carduelis flavirrostris). Isla de Hornoya. Varanger. Noruega.

miércoles, 3 de octubre de 2012

La Tundra: Península de Varanger 2. Noruega

En la primera entrada sobre Varanger me centré en el interior, casi todo ocupado por una amplia e inhóspita meseta de condiciones extremas. La costa, sin embargo, parece más amable, atemperada por el fiordo en el sur o por el propio mar de Barents en su extremo más meridional.
Nuestro destino era alcanzar Veines, coqueta localidad muy próxima al pequeño pero activo puerto pesquero de Kongsfjord. De camino, lo más destacable, la repetida observación de Pigargo Europeo (Haliaeetus albicilla), muy común en todo el trayecto. La frecuencia con la que se ven Pigargos es muy alta, sorprendente. También tuvimos la oportunidad de observar fugazmente a otra de las estrellas del viaje, el Halcón Gerifalte (Falco rusticolus) en el estuario del río Tana, reserva de Tanamunningen, donde también vimos Ánsar Campestre (Anser fabalis), bimbo para muchos de los que allí estaban.
Pigargo Europeo (Haliaeetus albicilla). Muy frecuente en toda la costa de Varanger. Noruega.
Pigargo Europeo (Haliaeetus albicilla). "Luchando contra el contraluz" en la costa de Varanger. Noruega.
En los alrededores de la iglesia de Nesseby, un verdadero paraiso para la observación de las aves, en un área menor que un campo de fútbol no dejas de ver aves a tu paso. Entre ellas, Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus), Correlimos Menudo (Calidris minuta), Eider Común (Somateria mollissima) o Collalba Gris (Oenanthe oenanthe), todas ellas criando. Y rompiendo su tranquilidad, una activa Comadreja (Mustela nivalis) buscando pitanza por entre ellas... En todo el viaje se llegó a observar a este mustélido hasta en cuatro ocasiones, dejando a las claras lo frecuente que es por aquí.
Correlimos Menudo (Calidris minuta) cria oculto en una pradera de Cornus suecica, mientras, una comadreja campea a pocos metros de ella. Nesseby. Península de Varanger. Noruega.
Collalba Gris (Oenanthe oenanthe). Nesseby. Península de Varanger. Noruega.
¡Creedme! el Falaropo Picofino (Phalaropus lobatus) cria en Nesseby. Península de Varanger. Noruega.
Como contrapunto a este sitio tan especial, una imagen que creíamos más propia de nuestras latitudes. Nos referimos al trato "demostrativo" para otros congéneres que pretendió este pescador ahorcando a esta desdichada Corneja Negra (Corvus corone) y exponiéndola a la vista del resto. Y digo más propia de nuestra piel de toro por las veces que he podido ver zorros ahorcados colocados en sitios relevantes para enseñar a los demás de su estirpe que no es buena idea andar por allí cerca... Creo que todos los que estábamos allí, sin decirlo, lo pensamos.
Corneja Negra (Corvus corone).
Bajo esta lúgubre imagen, el preciado motivo del asesinato, imagen que me trae un literario recuerdo:

A dicha acertó á ser viernes aquel dia, y no habia en toda la venta sino unas raciones de un pescado, que en Castilla llaman abadejo, y en Andalucia bacallao, y en otras partes curadillo, y en otras truchuela. Preguntáronle si por ventura comería su merced truchuela, que no había otro pescado que darle á comer.—Como haya muchas truchuelas, respondió Don Quijote, podrán servir de una trucha; porque eso se me da, que me den ocho reales en sencillos, que una pieza de á ocho: cuanto mas, que podria ser que fuesen estas truchuelas como la ternera, que es mejor que la vaca, y el cabrito que el cabron; pero sea lo que fuere, venga luego, que el trabajo y peso de las armas no se puede llevar sin el gobierno de las tripas.
 El ingenioso hidalgo Don Quijote del Mancha (Cervantes).


Llegando a nuestros alojamientos en Veines nos topamos con una pareja de Zorros Rojos (Vulpes vulpes). Este Zorro está desplazando en muchas zonas al más escaso y pequeño Zorro Polar (Alopex lagopus), en el que todos estábamos pensando... Ciertamente, al Zorro Común no se le da mal esta costa. A la mañana siguiente me encontré a uno bajo el destartalado malecón de madera que decoraba el mar frente a nuestras habitaciones, buscando por entre los guijarros de la linea de costa, probando suerte con las posibles sorpresas que podría haber devuelto la marea alta de la noche anterior.

Zorro Rojo (Vulpes vulpes). Entrada a Veines desde Kongsfjord. Península de Varanger. Noruega.
Nuestro alojamiento en Veines, frente al Mar de Barents. Península de Varanger. Noruega.
Nuestro palafito era un  perfecto hide para observar cálidamente, sentado en un cómodo sillón, especies como Serreta Grande (Mergus merganser), Gavión Atlántico (Larus marinus) o Eider Común (Somateria mollissima) que pasaban a corta distancia frente a nosotros sin reparar en nuestra presencia.
Serreta Grande (Mergus merganser). Veines. Península de Varanger. Noruega.
La vida se abre camino: Curiosa disposición de lapas en un guijarro, las cuales no se disponen al azar, sino que se aprietan, literalmente, en las pocas irregularidades que ofrecen cierto resguardo para estos moluscos.
Veines. Península de Varanger. Noruega.
De paseo por Kongsfjord: En los edificios de las factorias pesqueras de esta localidad, no podían faltar las Gaviotas Tridáctilas (Rissa tridactyla), ¡numerosas y muy disciplinadas ellas!.
Gaviotas Tridáctilas (Rissa tridactyla). Kongsfjord. Península de Varanger. Noruega.
Arao Aliblanco (Cepphus grylle) nadando en el puerto de Kongsfjord. Península de Varanger. Noruega.
Comiendo en Batsfjord vimos Gavión Hiperbóreo (Larus hyperboreus), un ejemplar de 2º año calendario, la edad que se suele ver en este mes del año (julio) al sur de sus áreas de cría. Pero no fue lo único que vimos allí...
Los dos "morfos" de Págalo Parásito (Stercorarius parasiticus) mariposean juntos recogiendo delicadamente comida de la superficie del agua junto a Gaviotas Argénteas (Larus argentatus) en el puerto de Batsfjord. Península de Varanger. Noruega.
Págalo Parásito (Stercorarius parasiticus). Batsfjord. Península de Varanger. Noruega.
 En Kiberg...
Eider de Steller (Polysticta stelleri). Kiberg. Península de Varanger. Noruega.
En la carretera de Vardo a Hamninberg completamos el trio de Eideres observando ejemplares machos adultos de Eider Real (Somateria spectabilis). Fue un momento muy especial, no estaban solos: en el agitado mar se veían, por momentos -los que ofrecía el fuerte oleaje- grupos de Negrones Comunes (Melanitta nigra) con algún Negrón Especulado (Melanitta fusca), Cormoranes Moñudos (Phalacrocorax aristotelis) y otras especies en gran número: Eideres Comunes, Serretas Medianas, Serretas Grandes... Nos habían soplado que en ese punto se habían visto dias antes dos ejemplares de Pato Arlequín (Histrionichus histrionichus) y también Colimbo de Adams (Gavia Adamsii). No salió el primero, pero sí el segundo, dando por bueno aquella intensa parada.
En un lugar de Varanger de cuyo nombre no puedo acordarme...
Chorlitejo Grande (Charadrius hiaticula). Península de Varanger. Noruega.
Aguja Colipinta (Limosa lapponica) junto a Ostrero Euroasiático (Haematopus ostralegus). Península de Varanger. Noruega.
Eligiendo fotos para esta entrada, encuentro una especie que hubiera sido imperdonable no publicar, pues es de las especies más abundantes en Varanger.
Bisbita Gorgirrojo (Anthus cervinus). Península de Varanger. Noruega.
Y si imperdonable era no publicar la foto del Bisbita, también lo hubiera sido no publicar esta flor.
Cornus suecica. Península de Varanger. Noruega.
Si encontráis este cobertizo, buscad un "led" de Combatientes (Philomachus pugnax)...

Y para terminar, cerramos este resumen recordando la luz de Varanger, no era habitual, pero por momentos, el cielo se abría y te deleitaba con una luz limpia, de una transparencia distinta, indescriptible.
Península de Varanger. Noruega.