miércoles, 28 de marzo de 2012

Chile V: Chiloé

Ancud, puerta de entrada a la isla de Chiloé. Región de los Lagos. Chile.
Dos ambientes chilenos nos "transportaron" a nuestra ibérica piel de toro en este viaje a Chile: el primero, los bosques esclerófilos mediterráneos de La Campana y su semejanza con los bosques de quercíneas del sudoeste peninsular. El segundo, la costa húmeda de la isla de Chiloé y su similitud con las recortadas, verdes y rocosas costas gallegas. Lo notable de este segundo caso era que los parecidos iban más allá de la orografía y el clima, templado y lluvioso. Por citar sólo algunos: el marisco, los usos tradicionales y, me atrevería a decir que el carácter de sus gentes, se acercaban a lo que puedes vivir en Galicia. Incluso un arbusto espino de hoja amarilla que nos recordaba a las aulagas ó genistas de los montes gallegos. En cuanto a la presencia humana, una diferencia que se hace muy obvia y notoria era el distinto uso de elementos de construcción: En Chiloé son conocidas sus iglesias de madera, muy distintas a las construcciones de granito gallego... A este micromundo entramos con expectación, como niños de inmaculada capacidad de sorpresa.
En la bajamar, antes incluso de desembarcar en Ancud, capital de la isla, observamos, sobre nubes natatorias, grandes preguntas negras... Así describía Neruda a los preciosos Cisnes de Cuello Negro (Cygnus melanocorypha) que afanosamente se alimentaban de algas, como veríamos y fotografiaríamos más adelante. Pero la primera especie en devolvernos a la realidad, recordándonos que no estábamos en Galicia sino en Chile, fue el raro Patovapor del Magallanes (Tachyeres pteneres), aquí llamado Quetru no volador.
Patovapor del Magallanes (Tachyeres pteneres). Chiloé. Chile. Foto: S. Villa.
El primer estero en el que vimos movimiento de limícolas nos regaló la pareja del día, de una sola tacada, Santi cantaba lo que sería una rareza en España: ¡Archibebe Patigualdo Grande! (Tringa melanoleuca) y casi al mismo tiempo yo anunciaba otra ¡Archibebe Patigualdo Chico! (Tringa flavipes), ¡que no!, ¡que es grande!, ¡que no!, ¡que es chico! Estuvimos un buen rato replicándonos hasta que nos dimos cuenta que en el mismo aguazal medraban ambos, a corta distancia y en la misma dirección, así que pensábamos que veíamos lo mismo y el otro estaba equivocado...
Y en uno de los tantos prados húmedos, alimentándose de las semillas de flores compuestas, la tercera psitácida del viaje: El poético y bonito Choroy (Enicognathus leptorhynchus) que como no podía ser de otro modo, también nos traía el recuerdo de los versos de Neruda:

Tuvo tantas hojas el árbol
que se caía de riqueza,
con tanto verde parpadeaba
y nunca cerraba los ojos.
Así no se puede dormir.
Pero el follaje palpitante
se fue volando verde y vivo,
cada brote aprendió a volar,
y el árbol se quedo desnudo
llorando en la lluvia del invierno.

Choroy (Enicognathus leptorhynchus). Chiloé. Chile. Foto: S. Villa.
De camino al Monumento Natural Islotes de Puñihuil, nuestro primer destino en Chiloé, marismas intermareales entre prados húmedos nos regalaron bonitas postales de patos americanos, sobre todo las de los Patos Maiceros (Anas georgica) y su simpática cohorte.
Cerceta Colorada (Anas cyanoptera), a la derecha de la imagen. Chiloé. Chile.
Familia de Ánade Maicero (Anas georgica). Chiloé. Chile.
Familia de Ánade Maicero (Anas georgica). Chiloé. Chile.
Silbón Overo (Anas sibilatrix). Chiloé. Chile.
Un confiado Rascón Gallineta, aquí conocido como Pidén (Pardigallus sanguinolentus) se mostraba alimentándose a plena luz del día en medio de un prado, un prado verde como todo Chiloé. Chile.
A los islotes y pingüineras de Puñihuil te llevan los pescadores de la zona que han hecho de este servicio un importante ingreso, hasta el punto de que algunos se dedican sólo a esta actividad. El mayor atractivo de estos islotes (tres mayores y otros menores) son sus colonias de cria de Pingüinos Magellánicos (Spheniscus magellanicus) y, sobre todo, las más escasas pero de una especie más amenazada, muy afectada por los efectos del fenómeno de El Niño y el impacto que tiene sobre la corriente que le da nombre, se trata de El Pingüino de Humbolt (Spheniscus humboldti). Puñihuil destaca por ser la única colonia mixta de ambas especies, siendo el límite Sur de nidificación para el de Humboldt y el límite Norte para el Magellánico.
4 Pingüinos Magellánicos (Spheniscus magellanicus) y 1 Pingüino de Humbolt (Spheniscus humboldti), el del extremo izquierdo. Chiloé. Chile.
En los islotes de Puñihuil, junto a los Pingüinos, vimos criar otras especies. Entre las aves, destacan las colonias de Gaviota Cocinera (Larus dominicanus), Cormorán Chuita (Phalacrocorax gaimardi) y la de mayor dimorfismo sexual entre ellas, la Caranca (Chloephaga hibrida) de macho níveo y hembra orlada. La Caranca destaca por ser el único ganso chileno de hábitos exclusivamente marítimos, alimentándose de algas en los roquedos costeros. Una modesta colonia de Lobo Marino de un Pelo (Otaria flavescens) y la Nutria Marina -una de las dos especies que se pueden ver en Chile- conocida aquí como Chungungo (Lontra felina) acompañan a las aves en este entorno. Las nutrias se alimentan de peces, crustáceos y sobre todo de bivalvos, abundantes en estos ambientes rocosos.
Islote mayor de Puñihuil. Chiloé. Chile.
Zopilote Negro (Coragyps atratus). Puñihuil. Chiloé. Chile.
Macho (dcha.) y hembra (izda.) de Caranca (Chloephaga hibrida). Puñihuil. Chiloé. Chile.
Pareja de Chungungos (Lontra felina). Puñihuil. Chiloé. Chile.
Fueron dos entretenidas y tranquilas jornadas las que empleamos en descubrir una isla que nos deparó algunos de los mejores momentos de todo el viaje. Empezando en el mismo recorrido que nos trasladó desde Puerto Montt a Ancud, en el propio transbordador, desde el que observamos tres especies de cormoranes, dos de lo que allí llamaban Fardelas (P. creatopus y P.griseus), Piquero Peruano (Sula variegata) o la mayor de las sorpresas: el extraño Potoyunco Magallánico (Pelecanoides magellani) que pasó como una bala frente a la proa del transbordador.

Cisne de Cuello Negro (Cygnus melanocorypha). Isla de Chiloé. Chile.
Cisne de Cuello Negro (Cygnus melanocorypha). Isla de Chiloé. Chile.
Sobre una nube natatoria, una gran pregunta negra.
En una tranquila ensenada, unos confiados Cisnes de Cuello Negro (Cygnus melanocorypha) se alimentaban de algas aprovechando la bajamar. Hacíamos estas fotos pisando toneladas de Bígaros que aquí parecían no interesar a nadie (con lo ricos que están...), junto a ellos, Cormorán Biguá (Phalacrocorax olivaceus ssp. olivaceus) y Gaviota Patagona (Leucophaeus scoresbii) entre otros.

Bonito adulto reproductor de Cormorán Biguá, aquí conocido como Yeco (Phalacrocorax olivaceus ssp. olivaceus). Isla de Chiloé. Chile. Foto: S.Villa.

Gaviota Patagona (Leucophaeus scoresbii). Bonita gaviota parecía caminar sobre la superficie del agua, ayudada por la alta densidad de algas. Isla de Chiloé. Chile. Foto: S.Villa.
 No lejos de allí...
Carpintero Pitío (Colaptes pitius). Chiloé. Chile. Foto: S. Villa.
¿Galicia? no, Chiloé. Chile.
Regresamos a Puerto Montt realmente satisfechos por el descubrimiento de esta isla para proseguir con nuestra aventura chilena. En el camino de vuelta nos entretenemos con las evoluciones de este Chimango (Milvago chimango) jugando contra la brisa marina y esperando como buen oportunista algún desecho de sus ocupantes. Pensamos en cómo se está ahorrando el esfuerzo de volar sobre el mar, aprovechando este pasaje sin ticket.
Caracara Chimango (Milvago chimango). Trayecto Isla de Chiloé - Pto. Montt. Chile.

miércoles, 21 de marzo de 2012

Chile IV: P.N. Puyehué

Devorábamos kilómetros en nuestra ruta dirección a Chiloé y nos topábamos con maravillosos lugares que descubríamos someramente, pasando por ellos de puntillas y dejando en nosotros un sentimiento contradictorio de extraña amargura y agradable sorpresa. Ninguno defraudaba, pero no estábamos preparados para disfrutarlos, queríamos experimentarlo todo y no descubríamos casi nada, como el amante inexperto con su novia adolescente. Puyehué fue otro destino que necesita de una semana y en el que no sumamos ni siquiera un día completo.
Lugar de impresionantes bosques húmedos siempreverdes, volcanes activos, alturas nevadas y abundantes ríos, lagos y otros cauces de agua. No en vano la traducción de Puyehué es "Lugar de Peces". Coigües (Nothofagus dombeyi), Tepas (Laureliopsis philippiana), Mañio (Podocarpus saligna), Helechos del tamaño de un torso humano, conocidos aquí como Palmilla (Lophosoria quadripinnata), incluso bosques de Arrayanes (Luma apiculata)... ¡todo un paraiso botánico!


P.N. Puyehué. Región de los Lagos ó Región 10. Chile.
Tras una intensa búsqueda, envueltos por la bruma de unas nubes atrapadas literalmente por la exhuberante vegetación, empapados por la persistente lluvia, nos dejábamos los ojos siguiendo las fugaces sombras que se reían de nosotros, se escapaban y volvían por entre los Coligües (Chusquea culeou), el bambú sudamericano, en ocasiones las sombras volaban, las más de las veces, corrían. No cabía duda, su reclamo lo delataba, era el Tapaculos Chucao (Scelorchilus rubecula). Ya nos había dado esquinazo en Nahuelbuta, ya se había reido de nosotros, seguro de su caracter escondidizo. En nuestro frenesí, recordábamos a Neruda:

 
Ay qué grito en las soledades!
Voy por los bosques, anchas hojas,
gotas de lluvias o cantáridas
y se hunden mis pies en el suelo
como en una esponja mojada:
es fría la sombra que cruzo,
frío el silencio y transparente:
no pasa nadie por aquí,
por este lado de la tierra,
por estas páginas del agua:
no hay pasajeros perdidos
ni caballos, la selva sola,
la emanación de la montaña:
su cabellera triturada:
sus infinitos ojos verdes
y el chucao lanza su lanza,
su largo grito desbordante:
él rompe con su grito de agua
mil años largos de silencio
en que sólo cayeron hojas
y las raíces ocuparon
como invasores este reino.
Alta tristeza errante, canto,
campana de las soledades,
oscura flecha del chucao,
único trino sobrehumano
en la humedad enmarañada
del Golfo de Reloncaví.

Tapaculos Chucao (Scelorchilus rubecula) en mi cuaderno de campo. Ilustración de S. Villa. P.N. Puyehué. Región de los Lagos. Chile.
Satisfechos por tan notable, aunque fugaz, observación, seguimos explorando el parque, desde las alturas invernales de "Antillanca", donde nos granizó, hasta las más atemperadas cotas de "Aguas Calientes", nombre que recibe por las aguas termales, procedentes de su actividad geotérmica y que se manifiesta en sus notables volcanes, uno de los cuales entró en erupción en 2011, dejando la vecina Bariloche cubierta de una grisácea capa de ceniza.
Seguíamos sumando "Cinclodes" (Churretes). En este caso, le tocó el turno al tercero: la Remolinera Chica (Cinclodes oustaleti). De rapaces, una que nos resultó muy familiar: el Bailarín ó Elanio Maromero (Elanus leucurus).
Martín Gigante Neotropical (Megaceryle torquata). P.N. Puyehué. Región de los Lagos. Chile.
Bandurria de Collar (Theristicus melanopis). P.N. Puyehué. Región de los Lagos. Chile. Foto: S. Villa.
Aquella noche de octubre de 2007 dormimos en Puerto Montt, la entrada natural a Chiloé. Sumábamos ya 77 especies cuando todavía nos esperaba, sin duda alguna, el plato fuerte...

lunes, 19 de marzo de 2012

Chile III: R.N. Río Los Cipreses & P.N. Nahuelbuta


Tricahué (Cyanoliseus patagonus bloxami). R.N. Río Los Cipreses. Rancagua. VI Región. Chile.
En Chile, sin contar las exóticas (sí, allí también tienen a la Cotorra Argentina), se pueden observar hasta cuatro especies de loros (Psittacidae): el Choroy (Enicognathus leptorhynchus), la Cachaña (Enicognathus ferrugineus), el Perico Cordillerano (Bolborhynchus aurifrons) y el Tricahue (Cyanoliseus patagonus bloxami). De entre todos, en nuestra visita a Chile sólo nos faltó por ver el Perico, para el que deberíamos haber explorado la cordillera andina por encima de los 2.000 m. si hubiéramos querido tener alguna opción de verlo. Del resto, para observar al primero tuvimos que "desviarnos" sólo por su causa, desde Quintero a Rancagua y de ahí hasta la Reserva Nacional Río de los Cipreses (a 50km. de Santiago). En el camino, nos encontramos con una laguna próxima a una fábrica de ácido sulfúrico, pero rebosante de vida, recordándome la célebre frase de Ian Malcolm en Jurassic Park: "La vida se abre camino". De lo que vimos allí, destacar Correlimos Pectoral (Calidris melanotos) y la Malvasía Argentina (Oxyura vittata), aquí conocida como Pato Rana de Pico Delgado. Una vez en Los Cipreses, tras pasar por la "administración" de CONAF (Corporación Nacionla Forestal), se toma un sendero sin pérdida hasta el mirador desde el que se observan sus gregarias y bulliciosas colonias, excavadas en los cortados del río.
Colonia de Tricahué (Cyanoliseus patagonus bloxami) en R.N. Río Los Cipreses. Rancagua. VI Región. Chile.
Llegamos casi al anochecer, así que la visita no dió para mucho más, pero sí lo suficiente para ver al primer Cóndor de los Andes (Vultur gryphus) y, ya de noche, regresando por un camino del que pensamos no seríamos capaces de salir, el primer Tucúquere (Bubo magellanicus), al que fotografiamos muy confiado sobre un árbol de escaso porte.
Nos levantamos en Curicó para, desde allí, acercarnos al Parque Nacional de Nahuelbuta, posiblemente el bosque Valdiviano climácico de Araucarias y Coigués más bonito de Chile. De camino, paramos en las interesantes cascadas sobre el río Laja, lo que nos permitiría sumar el segundo "Cinclodes", esta vez el Churrete ó Remolinera Araucana (Cinclodes patagonicus).

Salto del río Laja. VIII Región. Chile.
Antes de llegar a Angol, pudimos ver y fotografiar el Cernícalo Americano (Falco sparverius), especie muy frecuente en los bordes de las carreteras, muy al estilo de nuestro Cernícalo Vulgar.
Cernícalo Americano (Falco sparverius). Región de la Araucanía. Chile. Foto: Santi Villa.
Se alcanza Nahuelbuta vía Angol tras más de 30 km. de pista sin asfaltar, pero merece la pena. Iniciamos la senda de la piedra del Águila, pero no pudimos completarla, pues estaba cortada por la nieve. El camino es de cuento de hadas: largos líquenes caen de los Coigués (Nothofagus dombeyi) y se mecen distraídos por la ligera y heladora brisa cordillerana. Viejos puentes de madera cruzan regatos que aparecen y desaparecen por entre los Colihués (Chusquea culeou), las cañas de bambú subantárticas. De cuando en cuando, una Araucaria sobresale del resto. Son las abuelas de más de 2.000 años que dejan nuestras referencias humanas de longevidad a la altura de un suspiro. En este bosque escuchamos el inconfundible reclamo del Tapaculo Chucao (Scelorchilus rubecula), una de las especies que buscamos con más ahínco en Chile y que se haría de rogar... Chillando en rápidas persecuciones por entre las Araucarias también pudimos ver a la segunda especie de Psitácida del viaje: la verde y esbelta Cachaña (Enicognathus ferrugineus).
Nahuelbuta y sus bosques de Pehuén o Araucaria (Araucaria araucana) mixto con Coigué (Nothofagus dombeyi). Región de la Araucanía. Chile.

El parque se caracteriza también por la presencia del Zorro de Darwin ó Chilote (Lycalopex fulvipes), que sólo habita en la cordillera de Nahuelbuta, San José de la Mariquina y en la isla de Chiloé (ref. Mamíferos de Chile, Agustín Iriarte. Ed. Lynx).
Aquella noche dormiríamos en Temuco, tranquila y acogedora localidad, capital de la Región de la Araucanía. Nos aguardaba el P.N. Puyehué.

jueves, 8 de marzo de 2012

Chile II: Quintero

Quintero es un activo puerto pesquero situado en un litoral recortado y rocoso, y eso, a nuestros efectos, suponen oportunidades para las aves. Incluso antes, en el mismo Concón, donde hicimos noche, un madrugador Santi tuvo su tranquila y productiva sesión fotográfica. La cosa prometía...
De entre las especies observadas en Concón, destacar la Gaviota Garuma (Larus modestus), ave que aún siendo marina, cria en el desierto (entre Tarapaca y Atacama, a más de 100km. al interior), muy alejada de la costa, una adaptación muy interesante que le procura seguridad a sus crias debido a la escasez de predadores en el desierto -no siendo raro que el pollo quede solo durante el día-, pero que le obliga a notables desplazamientos diarios hasta la costa en busca de alimento.
Gaviota Garuma (Larus modestus). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Siempre me ha llamado la atención cómo en cada región parece que hay un género especialmente desarrollado y así como en Tanzania ese título se lo ganaron por diversidad y variedad los Calaos (otros dirían los Turacos, otros las Avefrías, y no sería la última opinión), en Chile este honor subjetivo (hablamos de una percepción propia) le tocó a los Cinclodes, aquí conocidos como Churretes. Efectivamente, en Chile se cuentan hasta seis especies, entre las que destaca el endémico Churrete Costero (Cinclodes nigrofumosus) que vimos y fotografiamos aquí. De los seis Churretes pudimos observar cuatro de ellos. En Concón, la Remolinera, otro de los nombres para este género, hacía honor a su nombre buscando alimento entre la zona de Rompientes ó Remolinos del abrupto litoral.
El endémico Churrrete Costero ó Remolinera Costera Chilena (Cinclodes nigrofumosus). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Otro género destacado es el de los Haematopus, nuestros Ostreros, que aquí se conocen como Pilpilenes. En este caso, lo que más nos sorprendió es ver a especies tan ligadas a medios costeros con hábitos casi esteparios, criando como las vimos en pura patagonia interior. Los Ostreros son también más diversos aquí que por nuestros lares. Cuando en España sólo se observa uno, por no poder contar ya con el tristemente desaparecido Ostrero Negro Canario (Haematopus meadewaldoi), en Chile cuentan con tres especies. En Concón "cayeron" dos y más adelante vimos la tercera.
Ostrero Pío Americano ó Pilpilén (Haematopus palliatus). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Yeco ó Cormorán Bigüá (Phalacrocorax brasilianus) y Ostrero Negro Suramericano ó Pilpilén Negro (Haematopus ater). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Os dejo aquí otras especies observadas en esa completa mañana en Concón, antes de degustar un desayuno que incluía un riquísimo guacamole (¡qué selectiva es la memoria!).
Correlimos de Rompientes (Aphriza virgata). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Zarapito Trinador (Numenius phaeopus hudsonicus). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Lile ó Cormorán Chuita (Phalacrocorax gaimardi). Concón. Región de Valparaíso. Chile. Foto: S. Villa.
Marchamos a Quintero para completar la jornada. Íbamos sin prisa, con la tranquilidad que da no tener ningún objetivo concreto, dejándonos llevar... Nuestro viaje sólo tenía una restricción: llegar a tiempo para coger, cinco días después, el avión en Puerto Montt que nos llevaría a Punta Arenas. Hasta entonces, teníamos tiempo para "ir haciendo", marcándonos objetivos sobre la marcha. ¡Una de las mejores formas de viajar!
Ya en Quintero y tras un primer momento de desconcierto en el que no veíamos ningún sitio al que sacarle partido, encontramos un grupo de Lobos Marinos de un Pelo (Otaria flavescens) que aguardaban tranquilamente descansando sobre un islote rocoso. Y digo aguardaban, porque la mayoría de las especies aquí observadas parecía que tuvieran todas el mismo objetivo: ¡el regreso de los barcos de pesca!.
Lobo Marino de un Pelo (Otaria flavescens). Quintero. Región de Valparaíso. Chile.


Y tras los pinnípedos, otra vez tocaba el turno a las aves. La primera, la oportunista y abundante Gaviota Cocinera (Larus dominicanus).
Gaviota Cocinera (Larus dominicanus). Quintero. Región de Valparaíso. Chile.
Un buen rato pasamos luchando contra el contraluz para, finalmente, conseguir un pobre resultado, pero ya teníamos al Queltehue ó Avefría Tero (Vanellus chilensis).

Avefría Tero (Vanellus chilensis). Quintero. Región de Valparaíso. Chile.
Y para terminar, os dejo la sesión de fotos que nos regalaron los Pelícanos Alcatraz de la subesp. thagus (Pelecanus occidentalis thagus) ¡Creo que no he publicado tantas fotos de una sola especie de una sola tacada!
Estos Pelícanos parecían esperar pacientemente a los barcos que volverían de su jornada de pesca llenos de descartes... Por su abundancia y confianza, yo diría que no les iba nada mal con esa estrategia.

Pelícano Alcatraz (Pelecanus occidentalis thagus). Quintero. Región de Valparaíso. Chile.