domingo, 24 de junio de 2012

Pimelia bipunctata y Scarites occidentalis

Pimelia bipunctata. Se observa la dilatación de los espolones metatibiales, convirtiéndolos en "palas" muy prácticas para proveerse refugio bajo la arena. Paraje Natural Los Enebrales, Punta Umbría, Huelva.
Todas las características que proporcionan una ventaja en la supervivencia o reproducción de los individuos que las poseen frente a los que carecen de ellas se consideran adaptaciones. Las adaptaciones son, por tanto, producto de la selección natural.
(Carmen Zamora Muñoz, Evidencias a favor de la Evolución)

La principal estrategia veraniega de un bichero padre de familia estriba en la búsqueda de un destino con "posibilidades", lo que implica poder aparcar al personal en un entorno óptimo para satisfaccer sus necesidades estivales y, al mismo tiempo, tener a una distancia razonable algún área de campeo...
En verano de 2008 el sitio no pudo resultar más adecuado para cumplir esta máxima. En Punta Umbría se encuentra un Paraje Natural conocido por sus poblaciones de Camaleón Común (Chamaeleo chamaeleon) y sus Enebros Marítimos (Juniperus macrocarpa) y Sabinas Marítima (Juniperus phoenicea, subsp. turbinata), que le dan nombre. Efectivamente, hablamos del Paraje Natural de los Enebrales de Punta Umbría. Mis correrías por el interior del parque son el motivo de esta entrada y con ella cerramos esta particular trilogía de adaptaciones evolutivas en los coleópteros.

Una de las especies más comunes en la zona de arenas menos consolidadas es Pimelia bipunctata, tenebrionido tranquilo de hábitos saprófagos muy común en la zona. Un tenebriónido similar vive en el desiero del Namib y ha desarrollado modificaciones que le ayuda a recoger agua del rocío que se condensa en sus élitros.
El otro protagonista de esta entrada es el carábido Scarites occidentalis, cazador terrible generalista, también carroñero y por cómo se comportaba el de la foto, muy agresivo. Sus potentes mandíbulas dan buena señal de sus hábitos, que en este caso, a diferencia del Ciervo Volante (Lucanus cervus), son bien funcionales, ayudándose con ella para atrapar a sus víctimas.

Dos especies tan distintas en su ecología trófica pero que comparten hábitat, haciendo así útiles las estructuras morfológicas indicativas de hábitos fosoriales, como la fuerte dilatación de los espolones metatibiales en Pimelia bipunctata o la adaptación de las tibias del primer par de patas en Scarites occidentalis. Estas adaptaciones les permiten excavar en la arena y allí se refugian en los periodos de inactividad (las horas más calurosas del día).
Scarites occidentalis. Primer plano donde se observa el ensanchamiento de las tibias del primer par de patas que permite a esta especie medrar en el Paraje Natural Los Enebrales, Punta Umbría, Huelva.

martes, 19 de junio de 2012

Escarabajo Avispa (Clytus arietis)

Escarabajo Avispa (Clytus arietis). Colmenar Viejo. Madrid.
"Tampoco yo puedo encontrar fuerza alguna en la objeción de míster Mivart referente a "los últimos toques de perfección en el mimetismo", como en el caso citado por míster Wallace de un insecto fásmido (Creoxylus laceratus), que se asemeja a "un tronquito cubierto por un musgo reptante o Jungermannia". Tan completa era la semejanza, que un indígena daiac sostenía que las excrecencias foliáceas eran realmente musgo. Los insectos son presa de pájaros y otros enemigos, cuya vista probablemente es más aguda que la nuestra, y todo grado de semejanza que ayude a un insecto a escapar de ser observado o descubierto, tenderá a conservarse, y cuando más perfecta sea la semejanza, tanto mejor para el insecto". (Darwin, 1871).

Algo pasó en vuelo directo rozándome el hombro y se posó directo sobre la espalda de mi hijo. Se movía como una avispa, de forma "espasmódica", sus colores eran de avispa... Mi primera reacción fue darle un manotazo y lanzarlo a varios metros de distancia. Tras el impulso, la reflexión. Sí, se parece, pero algo falla. Del instinto de protección a la ilusión en sólo unos segundos. ¿Y si es un "Plagionotus"? ¡Joder, por aquí no hay poblaciones de esta especie!, ¡sería una grandísima noticia!
El Cerambícido (Plagionotus marcorum) es un endemismo ibérico muy escaso. Fue descubierto en tiempos muy recientes, tanto como 1997. Su distribución conocida se restringe a la mitad meridional de la península, pero de forma muy localizada. Tiene la maldición esta especie de que está indisolublemente unida a una única planta nutricia, la malva (Lavatera triloba). Por poner un ejemplo, en Madrid, concretamente en Ciempozuelos, una de las mejores poblaciones fue "arrasada" porque el suelo donde se establecía sucumbió bajo la recalificación como suelo industrial y un polígono se levanta ahora donde antes florecía esta planta anónima, que poco importa a políticos y dignatarios de este país.

Pude fotografiar al escarabajo antes de que se esfumara. Un par de fotos sirvieron para que luego, tranquilamente en casa, pudiera confirmar que el bicho en cuestión era el común Escarabajo Avispa (Clytus arietis), muy parecido al Plagionotus. Decepción, pero igual de interesante como ejemplo de adaptación evolutiva, como el "fásmido" que citó Darwin en su referencia a A.Russel Wallace. En este caso, la adaptación busca "asemejarse" no exactamente para pasar desapercibido, más bien es para engañar, para que un potencial enemigo se lo piense antes de acercarse... Como en el caso del Ciervo Volante (Lucanus cervus) de la anterior entrada, no hay que ir muy lejos para disfrutar de estos ejemplos, que parecen propios de latitudes más tropicales. Están cerca, sólo hay que mirar...
Desde ahora, Flor "Mariajo" (Iberis sp.). El Pardo. Madrid.
Esa tarde acabamos en el Pardo, frustrado una vez más por no poder reconocer una flor, lo que suele ser muy habitual en mi. Con suerte, Mariajo me da la solución...

martes, 12 de junio de 2012

Ciervo Volante (Lucanus cervus)

"La selección sexual... depende, no de una lucha por la existencia en relación con otros seres orgánicos o con condiciones externas, sino de una lucha entre los individuos de un sexo, generalmente los machos, por la posesión del otro sexo. El resultado no es la muerte del competidor desafortunado, sino pocos o ningún descendiente" (Darwin, 1871).
Ciervo Volante (Lucanus cervus). Pinilla del Valle. Valle del río Lozoya. Madrid.
Pocos ejemplos tenemos entre nuestra fauna tan destacados y útiles para representar la selección sexual que este Lucanido que pasa por ser el escarabajo más grande de Europa. Es increíble pensar también en cómo una especie sometida a una intensa presión selectiva en forma de verdadera carrera de armamento, llega a producir estructuras tan inútiles desde el punto de vista de las funciones vitales (alimentación o defensa), pero imprescindibles para perpetuarse, pues sin disponer de una de las mejores, el individuo en cuestión no tiene casi ninguna opción. Efectivamente, los machos las necesitan cuando, atraídos por las feromonas de las hembras, se concentran y luchan como "sumos" entre ellos por los favores de la fémina.
En estos pensamientos me andaba cuando, en junio, encontramos a este magnífico ejemplar de Ciervo Volante (Lucanus cervus) en las proximidades del río Lozoya, Madrid, una de las áreas de distribución más meridionales de la península ibérica para la especie. Doblemente afortunado verlo a plena luz del día, pues los machos adultos, en su efímera existencia de entre quince días y un mes, vuelan normalmente al atardecer o de noche.
Ciervo Volante (Lucanus cervus). Pinilla del Valle. Valle del río Lozoya. Madrid.
Su desarrollo larvario es otra cosa, entre 4 y 5 años si no se cruza en su camino un voraz Pícido, por decir de algún predador frecuente. He leído diferentes teorías sobre la biología de las larvas, de la que lo único que me ha quedado claro es que no está suficientemente documentada. En mi caso, mi observación concuerda con una de las posibilidades expuestas, la que indica que las larvas son de vida libre y se encuentran en el suelo, en la zona de contacto entre el humus y la madera en descomposición. La larva es saproxilófaga, lo cual quiere decir que se alimenta no sólo de madera muerta, sino que la misma tiene que estar en descomposición avanzada. Pueden hacerlo gracias a la simbiosis con bacterias capaces de degradar la celulosa. Nosotros vimos esta larva en marzo, en un montón de troncos amontonados en medio de un bosque de Melojos (Quercus pyrenaica), entre el suelo y el tronco, donde la dejamos después de las oportunas fotos.
Larva de Ciervo Volante (Lucanus cervus). La Hiruela. Sierra Pobre. Madrid.
Una de las cosas que más me ha llamado la atención sobre lo que he leido de este insecto, es que no se considera plaga forestal y es así porque los lucanidos se sitúan en fases medias o finales del proceso de descomposición de la madera, en torno a los cinco años tras la muerte del árbol. Esta diferencia es importante y le hace muy diferente de, por ejemplo, los Cerambícidos, que sí llegan a convertirse en plagas cuando atacan ejemplares de árbol sanos.
Un bosque de Quercus pyrenaica no demasiado maduro era el hábitat de la larva de la foto superior. La Hiruela. Sierra Pobre. Madrid.

Para más información o comunicar avistamientos de interés, dirigiros a http://entomologia.rediris.es/gtli/.

jueves, 7 de junio de 2012

Turquía II: Anatolia Oriental

He de reconocer que antes de viajar a Turquía tenía una idea bastante equivocada de lo que es y de las oportunidades que ofrece, a un pajarero... Por poner un ejemplo, la extensa lista de pícidos del país, una de las más completas del Paleártico occidental. Además de las especies que comparte con España, se distribuyen por Turquía el Pito Cano (Picus canus) y el Pico Sirio (Dendrocopos syriacus), o dicho de otro modo, de los pícidos europeos sólo falta aquí el Pico Tridáctilo (Picoides tridactylus).
Pico Sirio (Dendrocopos syriacus). Valle de Isikli. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Ya he comentado alguna vez cómo algunas regiones biogeográficas parece que favorecen el desarrollo de algún género aviar en particular o al menos esa impresión me ha acompañado en muchas ocasiones (aunque quizá deberíá decirlo al revés, osea, que un género tiene determinada capacidad de adaptación que le hace desarrollarse y "variar" mejor que otros en una determinada área geográfica). Si en Tanzania eran los Cálaos y Turacos (aunque realmente hay muchos otros, aunque quizá estos sean de los más notorios) o en Chile los Cinclodes, aquí me llamó la atención la variedad de Trepadores (Sitta). Amén del Trepador Azul (Sitta europaea), se cuentan por aquí tres especies más, una de hábitos árboreos, como corresponde a un trepador "nominal" y las otras dos "rupestres", el Trepador Rupestre Occidental (Sitta numayer) y el Oriental, también llamado Armenio (Sitta tephronota), [ambos se pueden ver en el video que cierra esta entrada]. El primero, el arbóreo, es "casi" endémico de Turquía. Así es, el Trepador de Krüper (Sitta krueperi) se distribuye en casi su mayor parte por Turquía, pero también tiene pequeñas poblaciones en la isla de Lesbos (Grecia) y en Rusia (Krasnodar y Caucaso) y Georgia del Sur (Kuzey Anadolu), estas dos últimas poblaciones en la influencia del Mar Negro.
Hábitat del Trepador de Krüper (Sitta krueperi). Montañas Aladaglar. Turquía.
Trepador de Krüper (Sitta krueperi). Montañas Aladaglar. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Siendo trepadores, los cuatro comparten una técnica constructiva: reducen con barro la entrada de su oquedad ajustándola a su tamaño para evitar la predacción, unos en árbol, otros en una grieta rocosa.
Tras Estambúl, nuestro primer destino natural fue el delta del Çukurova. Accedimos desde Adana, entrando al delta siguiendo un canal de riego que atraía multitud de especies. Una de las más buscadas, el bonito Martín Pescador o Alción de Esmirna (Halcyon smyrnensis), abrió la ronda de Martines, que fue seguida por el Martín Pescador Pío (Ceryle rudis) y completada por el más conocido Martín Pescador Común (Alcedo atthis), que no por común es menos bonito, por cierto. Esta concentración de Martines es muy puntual y localizada en el Paleártico Occidental, pocos sitios te permiten poder ver juntos a las tres especies de presencia Paleártica-Occidental (si exceptuamos la puntual presencia en Cabo Verde del Alción Cabeciblanco (Halcyon leucocephala)) y menos así, detectados en escasos 200 metros de canal.
Martín Pescador o Alción de Esmirna (Halcyon smyrnensis). Delta del Çukurova. Turquía. Foto: M. Calvo.
Martín Pescador Pío (Ceryle rudis). Delta del Çukurova. Turquía. Foto: M. Calvo.
Martín Pescador Pío (Ceryle rudis). Delta del Çukurova. Turquía. Foto: S. Villa.
Macho invernante o quizá "en paso" de Martín Pescador Común (Alcedo atthis). Especie que no cria en el Delta del Çukurova. Turquía. Foto: J.M. Baena.
No paramos por el Martín, sino por esta desgarvada que no se deja ver todos los días, tan esquiva a veces y ahora tan confiada...


Seguimos. Más adelante, al poco, una milagrosa parada para rastrear currucas nos devolvió un sorpresón, por inesperado. Junto a las comunes Currucas Zarcerillas (Sylvia curruca) vimos un migrante tempranero y de intensa mirada, nada más y nada menos que un adulto de Curruca Gavilana (Sylvia nisoria) que salió fugaz por entre unos tarajes (tamarix sp.)!!. En ese mismo punto observamos al Zarcero Pálido (Hippolais pallida). No deja de ser siempre interesante poder completar las observaciones de los diferentes cambios taxonómicos, como en este caso para los que el año pasado habíamos observado al H. opaca.
El delta tiene banda sonora, insistente hasta el hastio, fácil de observar y abundante nos recordaba que el año pasado habíamos visto a un primo suyo en Marruecos...


Aquí salió la primera Collalba Isabel (Oenanthe isabellina) y vimos un solitario ejemplar de Gaviota Enana (Larus minutus). También salió, como era previsible, la Avefría Espinosa (Vanellus spinosus).
A pesar de no haber visto al Chorlitejo Mongol Grande (Charadrius leschenaultii), uno de las interesantes posibilidades del delta, el sitio no defraudó y nos dejó grandes avistamientos, con un intenso paso de Lavanderas Boyeras (Motacilla flava) de varias subespecies, de las que al menos vimos la "rumana" (dombrowskii) y la "local" cabecinegra (feldegg).
Lavandera Boyera (Motacilla flava dombrowskii). Delta del Çukurova. Turquía. Foto: S. Frechilla.
Dirección a nuestro próximo destino, atravesando un polvoriento y modesto pueblo, otra sorpresa: un Alcaudón Núbico (Lanius nubicus), seguramente uno de los primeros en llegar de su especie esta temporada.
Alcaudón Núbico (Lanius nubicus). Delta del Çukurova. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Este intenso día en el delta, lleno de sorpresas y muy completo, a más de 30ºC contrastó con lo que vivimos dos días después, cuando a más de 3.000 msnm y bajo cero, aguantamos estoicos una persistente ventisca para alcanzar uno de nuestros más ansiados objetivos: El Perdigallo del Caspio (Tetraogallus caspius), morador esquivo de las montañas Aladaglar.
Montañas Aladaglar desde la pensión Safak, Nigde. Turquía.
El primer día en Aladaglar lo dedicamos a las "cotas bajas", donde medran los simpáticos Verdecillos o Serines Frentirrojos (Serinus pusillus) y es fácil ver a la Perdiz Chucar (Alectoris chukar). Andábamos entretenidos mirando los detalles de un nido de Trepador Rupestre Occidental (Sitta neumayer) cuando distrajo nuestra atención una pareja de Treparriscos (Tichodroma muraria) que nos deleitaron durante minutos con sus evoluciones sobre las verticales paredes del angosto barranco en el que los vimos. Nuestro paseo acabó intempestivamente por la lluvia que ya nos venía amenazando todo el día y no pudimos así "sacar" al Acentor de Radde (Prunella ocularis), que algunos dijeron haber visto fugazmente.
Un incómodo compañero de cama: De esta guisa se encontraron Oscar y Susana su cama en la pensión Safak (la de referencia entre ornitólogos para acceder a Demilkacik, una de los mejores sitios para observar al Perdicaspio del Gallo, que así rebautizó Eduardo).
Frutos secos en su particular despensa y otros restos delataban la entrada al nido de ratones ubicado dentro del colchón. Foto: S. Frechilla.
Valle de Isikli. Anatolia Oriental. Turquía.
Valle de Isikli: Esta bonita formación de lapiaz dió mucho de sí. Era el sitio de uno de los emblemas turcos, el Petirrojo Iraní o Gorgiblanco (Irania gutturalis) y no tardó en salir, aunque fugazmente...
Era un cómodo recorrido circular, que comenzamos ambientados por el electrónico "muecín" que llamaba a la oración desde el mejor edificio del ruinoso pueblo de techos de plástico azul y calentadores individuales, cosa común en Turquía. El inicio del sendero atraviesa cultivos de almendros y pistachos alternados con nogales y algún otro frutal. En este entorno vimos nuestro primer Carbonero Lúgubre (Poecile lugubris) inquieto en su gizz. También inquieto y esquivo andaba el Mosquitero Oriental (Phylloscopus orientalis).
Calandria Bimaculada (Melanocorypha bimaculata). Valle de Isikli. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: S. Villa.
Carbonero Lúgubre (Poecile lugubris). Valle de Isikli. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Collalba Persa (Oenanthe xanthoprymna). Valle de Isikli. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: S. Villa.
Hembra de Collalba Rubia Oriental (Oenanthe hispanica melanoleuca). Valle de Isikli. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Era inevitable recordar Marruecos a cada paso. ¿Un motivo más? lo que se prodigan por aquí las Collalbas... ¡con sorpresa Pía incluida!

El Eúfrates y Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Birecik: A las orillas de uno de los ríos con más trascendencia de la historia de la humanidad, el Eúfrates, se sitúa esta localidad conocida en el mundo pajarero por alojar una colonia semi-cautiva del raro y resucitado Ibis Eremita (Geronticus eremita). Birecik tiene otros argumentos para acercarse a esta localidad tan próxima a Siria...
Bulbul Cabecinegro (Pycnonotus xanthopygos). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
¡Creedme! Francolín Ventrinegro (Francolinus francolinus). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Tordalino Iraquí (Turdoides altirostris) en su distribución única para Turquía. Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Gaviota Armenia (Larus armenicus). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Autillo Persa (Otus brucei). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: S. Villa.
Cormorán Pigmeo (Phalacrocorax pygmeus). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Curruca de Menetries (Sylvia mystacea). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Gorrión del Mar Muerto (Passer moabiticus). "Moabiticus" deriva del reino de Moab (actual Jordania), emparentados con los israelitas y cuyo origen fue un incesto de Lot con su hija mayor. ¡cosas de una de las revistas del corazón más antiguas: el Génesis! Birecik. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Como en Marruecos, aquí también tire de video. Este fue el resultado:

El Monte Nemrut fue un colofón notable que ni el mal tiempo deslució, poniendo punto final a nuestra visita a esta tierra a medio caballo entre dos mundos, tan distintos, tan iguales.
Monte Nemrut. Ejemplo del deseo de inmortalidad del hombre y, a su vez, de la estupidez humana, esta vez en forma de intolerancia religiosa, pues las cabezas de los ídolos fueron decapitadas por interpretación radical de la ley islámica. Turquía.
Lista Turca abril '12: 192 especies, 36 bimbos. Habrá que volver un poco más entrada la primavera la próxima vez y así aumentar las oportunidades para especies como el Zarcero Grande, el Escribano Cabecinegro, el Gorrión Pálido, la Lavandera Cetrina, el Acentros de Radde o el Zarcero de Upcher...

viernes, 1 de junio de 2012

Turquía I: Estambúl

En el aula, ante una gran urna de cristal vacía, el profesor de economía preparaba una lección magistral sobre gestión del tiempo. Tras llenarla de grandes piedras de río del tamaño de balones de balonmano preguntaba a sus alumnos: ¿Cabe algo más? Al unísono, respondieron todos que no, que ya no cabían más. El profesor, sin mediar palabra, sacó un gran saco de cantos rodados y lo vertió sobre la urna, los cantos fueron colándose por entre los intersticios dejados por las piedras más grandes, rellenando los espacios vacíos. Cuando terminó, volvió a preguntar ¿Cabe algo más? la respuesta no se hizo esperar, de nuevo todos contestaron que ahora no cabía nada más. Entonces, el profesor volvió a sacar otro saco, esta vez de arena fina de río. Al vaciarlo sobre la urna, los alumnos vieron cómo, de nuevo, los pequeños granos de arena ocupaban los espacios disponibles. El profesor repitió la pregunta: ¿Cabe algo más? Esta vez, los alumnos parecían tenerlo claro: ¡Ahora sí que no cabe nada!, espetaron con suficiencia. El profesor les indicó que se equivocaban, que incluso ahora, cabía algo más, por ejemplo, agua. Cuando hubo vaciado varias jarras de agua sobre la urna, cambió la pregunta. ¿Qué nos enseña esta experiencia?
Tras un corto silencio comenzaron las respuestas. Todas tenían que ver con la mejor organización del tiempo, que organizado, te permite llegar a más, hacer más tareas, abarcar más proyectos y ser más productivo en la empresa. El profesor les indicó que si bien eso era cierto y que una correcta organización permite mayor eficiencia, la principal lección no era esa. Se trataba de priorizar. Si no antepones en tu vida (el tiempo representado por la urna) lo principal, lo importante (las piedras grandes) y empiezas por lo menos crítico (la arena), cuando quieras abordar lo importante, no podrás, porque "no cabe".
En mi caso, las piedras más grandes se llaman Olimpia, Andrés, Gonzalo y Patricia. Luego tenemos un número de cantos rodados... En abril de 2011, uno de esos cantos se llamó Turquía.
Como en el caso de Marruecos, en Turquía me dediqué al video. Y casi mejor, porque así tengo la excusa perfecta para poner mejores fotos... Gracias José Miguel, gracias Santi, gracias Miguel.
Perdiz Gorgigris (Ammoperdix griseogularis). Kizilkuyu. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: S.Villa.
Camachuelo Desertícola (Rhodospiza obsoleta). Embalse de Nizip. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: S.Villa.
Verdecillo o Serín Frentirrojo (Serinus pusillus). Aladaglar. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: S.Villa.
Avefría Espinosa (Vanellus spinosus). Delta del Çukurova. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: M. Calvo.
Escribano cinereo (Emberiza cineracea). Valle de Isikli. Anatolia Oriental. Turquía. Foto: J.M. Baena.
Colonia "asistida" en semi-libertad del amenazado Ibis Eremita (Geronticus eremita). Birecik. Anatolia Oriental. Turquía.
Nuestro recorrido empezó, como no podía ser de otra manera, en el monumental Estambúl. Al margen de la belleza de la ciudad y lo evocador que es empaparse de historia a cada paso, la ciudad ya ofrece las primeras oportunidades para las aves. Ya en los jardines del palacio Topkapi empezamos a anotar las primeras especies: Cotorras Alejandrinas (Psittacula eupatria) comparten aquí espacio con "nuestra" exótica Cotorra de Kramer (Psittacula krameri). Sobre unos Platanos de Sombra (Platanus x hispanica?), en los mismos jardines, una nutrida colonia de Garza Real (Ardea cinerea). En las crucetas sobre los arcos de entrada a la Mezquita Azul, la única de seis alminares en Turquía, vimos las primeras Tórtolas Senegalesas (Streptopelia senegalensis) y muy cerca de allí, a los pies del monumento más antiguo de Estambúl, el obelisco egipcio de Tutmoises II, Cornejas Cencientas (Corvus cornix) aprovechaban las migajas que los turistas echaban a las Palomas domésticas (Columba livia). Estorninos Pintos (Sturnus vulgaris) patrullaban el cesped del pequeño jardín frente a Santa Sofía, ahora museo, antes mezquita y antes la catedral más grande del mundo durante más de mil años, hasta que fue desbancada por la catedral de Sevilla.
Colonia de Garza Real (Ardea cinerea) sobre Plátanos de sombra. Jardines del palacio Topkapi. Estambúl, Turquía.
La Torre Gálata destaca en el barrio del mismo nombre. Estambúl. Turquía.
Frente al mítico cuerno de oro, con la torre Gálata de fondo, volaban Gaviotas Cabecinegras (Larus melanocephalus) y Reidoras (Larus ridibundus). Frente a los puestos de venta de los populares bocadillos de caballa, en los bajos peatonales del puente Gálata, un despistado Cormorán Moñudo (Phalacrocorax aristotelis) se dejaba fotografiar a placer y al fondo, volaba un grupo de Pardelas Mediterráneas (Puffinus yelkouan) entrando en dirección al mítico Bósforo, separación de continentes, que atravesaríamos esa misma tarde para alcanzar, tras un extresante atasco que nos hizo dudar por momentos si llegaríamos a coger el avión destino Adana, desde donde nos acercaríamos a nuestro primer destino natural: El delta del Çukurova.