miércoles, 29 de febrero de 2012

Chile I: P.N. La Campana

"Zapatitos". P.N. La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
-Si la vida no te acompaña, reflexiona sobre la actitud con la que te enfrentas a las circunstancias que no eliges tú, pero que condicionan tu vida. ¡Cuestión de actitud en entornos donde suceden acontecimientos que no está en tu mano cambiarlos!-.
 El hombre en busca de sentido, Viktor Frankl, 1962.

Cuando terminaba, digamos abruptamente, una trayectoria profesional de 12 años, era momento de cambiar el chip y aprovechar el momento. Las circunstancias se precipitaron y lo que iba a ser un año sabático se convirtió en un "date prisa que sólo tienes 15 días antes de ponerte a trabajar de nuevo", la vida viene como viene... y así sucedió en noviembre de 2007.
La fortuna hizo que un gran pajarero y mejor amigo me pudiera y quisiera acompañar en esta escapada relámpago. Gracias Santi, este viaje quedará en los anales de los que marcan la diferencia, por el trayecto y la compañía. ¡Y menuda diferencia! Desde el noroeste de influencia mediterránea hasta los glaciares del sur, pasando por los bosques Valdivianos, el Parque Nacional río Los Cipreses y sus interesantes y amenazados Tricahués, Nahuelbuta y sus Araucarias, Puyehué y su volcán, la isla de Chiloé con su "perfil" gallego, la infinita estepa patagónica o el escénico Torres del Paine... Un país para no perderse nada y tan grande que hay que volver... varias veces.
Entrada al P.N. La Campana, Sector Cajón Grande. Región de Valparaíso. Chile.
Desde Santiago a Olmué para entrar por el sector Cajón Grande, nuestro principal interés estaba en la muy terrestre "Turca" (Pteroptochos megapodius), pero no fue posible, teniéndonos que conformar con su particular reclamo, que sí escuchamos en la espesura del matorral seco propio de este ambiente de clima mediterráneo. Sobre la vegetación que observamos, anotaba en mi cuaderno de campo: "El parque nos sorprendió por la similitud de este ecosistema con los bosques esclerófilos mediterráneos. Unos árboles son muy similares a Quejigos (Quercus faginea), otros parecen Algarrobos (Ceratonia siliqua), hay una especie de arbusto aromático muy parecido a nuestro Romero (Rosmarinus oficcinalis) y así, quebradas que recuerdan a los canutos de Cádiz (P.N. Los Alcornocales), umbrías que parecen la subida al Castillo de San Carlos (Monfragüe) desde la Fuente del Francés... La Solana, sin embargo, era distinta. Cactáceas tipo "Saguaros" ó Acacias fueron lo que más nos llamó la atención. Las Cactáceas resultaron ser Quisco (Echinopsis chiloensis) y la Acacia (Acacia caven).
Sinsonte Tenca (Mimus thenca) sobre Quisco (Echinopsis chiloensis). P.N. La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
El Quisco (Echinopsis chiloensis) destaca especialmente en las laderas de solana. P.N. La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
Quisco (Echinopsis chiloensis) en flor. P.N. La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
En su famoso viaje a bordo del Beagle, Charles Darwin visitó este lugar. De su diario recogemos estas notas sobre La Campana: "Pasamos el día en la cima del monte, y nunca me ha parecido el tiempo más corto. Chile se extiende a nuestros pies como un panorama inmenso limitado por Los Andes y el océano Pacífico. El espectáculo es en sí mismo admirable, pero el placer que se siente aumenta aún con las numerosas reflexiones que sugiere la vista de la Campana y de las cadenas paralelas, así como del amplio valle del Quillota que las corta en ángulo recto. ¿Quién puede evitar asombrarse al pensar en la potencia que ha levantado esas montañas u, más aún, en los siglos sin número que han sido necesarios para levantar, para allanar partes tan considerables de esas colosales masas?"
Apretado bosque en ladera de umbría. P.N. La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
La Araña Pollito (Grammostola rosea). P.N. La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
En nuestro paseo por un pronunciado barranco, nos topamos con la tremenda Araña Pollito (Grammostola rosea) al momento que un paisano cruzó a caballo con su perro, al más puro estilo Juan Valdez. Fue, junto al guarda de la entrada, la única persona que nos cruzamos en toda la tarde. Había abandonado su casa para asistir a un entierro, uno de los pocos motivos que hacían a este septuagenario moverse de su terruño. Sobre la Araña le preguntamos: ¿Es peligrosa?, con voz cansina respondió que no y tras una tensa pausa concluyó... "si no la coges". Humor muy fino el del amigo...
Otra fauna menuda observada fue una original Lagartija azul y verde (Liolaemus tenuis) que se soleaba en el tronco de un árbol.
Ya hemos hablado anteriormente por la fijación que tenemos los pajareros (ornitólogo es una palabra muy seria) con los récords. En Cuba ya comentamos esta pasión y nuestro encuentro con el colibrí más pequeño del mundo, el Zunzuncito (Mellisuga helenae). Chile nos reservaba otra sorpresa equivalente: el colibrí mayor de todos, el Colibrí Gigante (Patagona gigas). Verlo fue un regalo, ¿fotografiarlo? fueron reflejos, los de Santi digiscopeando.
Picaflor ó Colibrí Gigante (Patagona gigas). La Campana. Región de Valparaíso. Chile. Fotografía: Santiago Villa.
También hubo tiempo para encontrarnos con algún mamífero. Desde una posición elevada, un Zorro Culpeo (Lycalopex culpaeus) pasó a corta distancia sin percatarse de nuestra presencia.
Zorro Culpeo (Lycalopex culpaeus). La Campana. Región de Valparaíso. Chile.
Al anochecer, seguimos camino a nuestro próximo objetivo: Quintero, localidad costera próxima a Con-con, donde hicimos noche. Ambas localidades están cerca de las más conocidas, por turísticas, Valparaíso y Viña del Mar.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Tanzania VIII: Selous walking Safari

Rufiji River Camp en un lodge con tiendas de lona y un baño anexo de ladrillo. No tiene ningún tipo de vallado y aunque su ubicación sobre un alto talud del río funciona a modo de fortaleza, sólo lo hace para una pequeña parte de su perímetro, así que, realmente, no hay impedimento para que los animales lo atraviesen sin obstáculos que superar. La primera noche estuve mosqueado, horas en vela, por los ruidos que se escuchaban del tránsito de "algún animal" por entre las tiendas. Mi mayor deseo era poder ver, al menos escuchar, al Cárabo Pescador Común (Scotopelia peli) y en ese deseo yo me andaba y eso me hacía estar alerta... Mi mujer insistía que eran imaginaciones mias, pero al amacener pude ver las huellas "artiodáctilas" (número de pezuñas impar) sobre la arena rastrillada del día anterior... ¡¡¡Al menos un Hipopótamo Común (Hippopotamus anphibius) había pasado la noche rondando por el campamento!!! Y no fue el único: un potente rugido a media noche y el paso de una piara de Potamóqueros de río (Potamochoerus larvatus) completaron aquella intensa e inolvidable noche.
Gecko ¿Cnemaspis uzungwae? sobre la lona de la tienda de Selous. Tanzania.
El cansancio acumulado de la noche anterior me hizo caer rendido la segunda... A media noche, un codazo de mi mujer me despertó. Javi, algo está empujando la tienda! Efectivamente, un marcado abultamiento se movia a través de la lona y un ruido de masticación se oía a la perfección. Así era, el hipopótamo apuraba las briznas de hierba fresca que crecían en la base de la tienda, donde el cortacéspedes no llega. Me acerqué a la mosquitera para confirmar sospechas, la mitad de la misma la cubría el orondo cuerpo del animal. Entre él y nosotros sólo había un trozo de tela, ó de mosquitera... Cuando paraba de masticar, nosotros parábamos de respirar... pues creo que lo hacía para escuchar cualquier amenaza que pudiera inquietarle... Tuve la tentación de coger la cámara para dejar registro del momento, ¡no quiero ni pensar qué pasa cuando a media noche le metes un flashazo a un bicho malhumorado de 3 toneladas!
Hipopótamo Común (Hippopotamus anphibius): El responsable del mayor número de muertes por animales en África (excluido el mosquito). Selous. Tanzania.
Walking Safari. Selous. Tanzania.
En cuanto a la forma de visitar Selous, destacan dos actividades que son únicas: el paseo por el río Rufiji y los Safaris a pie. Pertrechado con un fusil que carga una vez que abandonas el perímetro del campamento, un guía te conduce en un recorrido a pie por la reserva. Cuando caminas por un sendero y te encuentras con estos restos recientes de Elefante (ver foto izquierda), ¡da cosica! andan cerca, ¡piensas!
Tras tantos kilómetros en coche y barca, recorrer a pie la reserva fue una experiencia emocionante y divertida, con algo de tensión también. El recorrido terminó en un árbol de Ébano, donde nos recogió un jeep con el que continuamos la visita.

Árbol del Ébano, género Diospyros. Selous. Tanzania.
Preciosa flor de bulbosa. Detalles que sólo a corta distancia se pueden disfrutar. Selous. Tanzania.
Honestamente, el paseo de la tarde fue un poco frustrante: buscamos Leopardo, León y Licaón sin éxito. Lo mejor, la clase práctica de identificación de rastros de animales. No hay que olvidar que en esta reserva se cazaba hace no mucho tiempo y hasta que los animales cambien su actitud, se llevarán años... Quedaba lejos la confianza que mostraban los animales en el archivisitado Ngorongoro. Aquí quedan algunos de los momentos vividos: desde el más intenso, la falsa carga de este Elefante, a la más tierna, protagonizada por una familia de Babuino Amarillo (Papio cynocephalus), especie más pequeña que el más común y abundante del norte de Tanzania Papio anubis. Y de subespecies, en Selous también se mueve otra: el Ñú "Nyassa" (Connochaetes taurinus johnstoni).
Joven de Elefante Africano (Loxodonta africana). Selous. Tanzania.
Babuino Amarillo (Papio cynocephalus). Selous. Tanzania.
Ñú "Nyassa" (Connochaetes taurinus johnstoni), subespecie propia de Selous. Tanzania.
Tardó en dejarse ver, pero al final pudimos registrarlo y apuntarlo en la lista. Tras ver en repetidas ocasiones a su primo hermano el "piquigualdo", sobre Hipopótamo y Búfalo, observamos al Picabuey Piquirrojo (Buphagus erythrorhynchus) peinando literalmente el pelaje de una girafa. Estas especies, endémicas de las sabanas africanas, me resultan de lo más interesante, por sus hábitos tanto mutualistas como parásitos. Se han registrado comportamientos similares entre los pinzones de las islas Galápagos, concretamente en los llamados Pinzones Vampiro (Geospiza difficilis septentrionalis) que empezaron desparasitando a los Piqueros de Patas Azules (Sula nebouxii) y han terminado siendo el azote de estas aves, a las que acosan sin piedad produciéndoles notables hemorrágias. Realcionado con este tema, os recomiendo este gran blog: "la ciencia y sus demonios".
Picabuey Piquirrojo (Buphagus erythrorhynchus), "el deseado". Selous. Tanzania.
Aquí os dejo otros de los momentos que pudimos vivir en esta inmensa reserva.
Tántalo Africano (Mycteria ibis). Selous. Tanzania.
El feo Marabú Africano (Leptoptilos crumeniferus). Selous. Tanzania.
Un antílope muy esquivo: macho y hembra de Antílope Jeroglífico (Tragelaphus scriptus). Selous. Tanzania.
La llamada "comida rápida de África". Impala (Aepyceros melampus). Selous. Tanzania.
Mono ó Cercopiteco Vervet (Chlorocebus pygerythrus). Se observan sus atributos de intenso color azul. Selous. Tanzania.
De África continental saltamos a Zanzibar. De nuestra relajada estancia allí, destacar este simpático habitante de los jardines del complejo donde estuvimos alojados.
"Bush Baby" ó Gálago de Zanzibar (Galagoides zanzibaricus). Zanzibar. Tanzania.
Dejamos África pensando, siempre se debe pensar, en volver. No hay sitio igual. Es el destino, sin adverbios.
Sobre una impresionante lista de 1.120 especies (Clements 6ª ed.) anotar sólo 164 es una cifra ridícula. Pero he de reconocer que más allá de los números, cada vez disfruto más sin buscar nada en particular, dejándome sorprender. Y para eso, África es única.

jueves, 16 de febrero de 2012

Tanzania VII: Selous, río Rufiji

El sur también existe y, en Tanzania, es sobresaliente.
Queríamos conocer algo diferente a la ruta norte, la más popular de Tanzania y que incluye Tarangire, Manyara, Ngorongoro y Serengueti. Tras esta, los más andarines suelen optar por la ascensión al Kilimanjaro, los casi 6.000 m. de el techo de África. Nosotros dudábamos entre visitar Gombe ó Mahale, las selvas donde habitan los Chimpancés (Pan troglodytes) y otra fauna selvática ó seguir al sur y visitar alguna de las reservas menos conocidas y menos abiertas al turismo. Elegimos Selous.
A Selous sólo se accede vía aérea...
río Rufiji. Selous. Tanzania.



Bancales arenosos en constante cambio debido a las dinámicas de sedimentación en el río Rufiji. Selous. Tanzania.
Aproximación a la pista de aterrizaje, que nace desde un talud en el río Rufiji. Selous. Tanzania.
Selous es una reserva que históricamente se ha dedicado y se dedica en su mayor parte a la caza, aunque el extremo norte está abierto al turismo incruento de cámaras y contacto con la naturaleza. Selous es enorme, tanto como Aragón y Cantabria juntos, unos 54.600 km². Es, de hecho, una de las reservas mayores del mundo. Para mi, inimaginable. ¿Qué se puede conocer realmente de un área tan masiva en tres días? Comparativamente, la Zona de Conservación de Ngorongoro es un territorio protegido ridículo, de "sólo" 8.288 km² (aún así, mayor que la Comunidad Autónoma de Madrid), de los que sólo unos pírricos 264 km² (18x21km.) ocupan el propio cráter, la zona que visita la mayoría de la gente.
Sin tiempo para dejar el equipaje en las tiendas, situadas sobre un talud de un recodo del río (maravillosas vistas al atardecer), nos subimos a unas barcazas de suelo plano para recorrer las orillas del Rufiji (el río más caudaloso de Tanzania) y observar, desde esta privilegiada situación, una miríada de aves y otra fauna más notoria. Los más abundantes, los abejarucos, con tres especies: Abejaruco Frentiblanco (Merops bullockoides), el más abundante y de colonias más numerosas, el Abejaruco Chico (Merops pusillus) y Abejaruco Montano (Merops oreobates).

Colonia de Abejaruco Frentiblanco (Merops bullockoides). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Colonia de Abejaruco Frentiblanco (Merops bullockoides). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Abejaruco Frentiblanco (Merops bullockoides). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Abejaruco Chico (Merops pusillus). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Tras los abejarucos, destacar sus primos Coraciiformes, los Martines, incluyendo el preciosista y liliputiense Martín Pescador Malaquita (Alcedo cristata), el devoto Martín Pescador Pío (Ceryle rudis) ó el más terrestre Alción Cabeciblanco (Halcyon leucocephala). Increíble la corta distancia a la que pasábamos de sus orillas y de las perchas desde donde estos piscívoros esperaban la mejor oportunidad para lanzarse como sólo ellos saben, como balas de precisión con cálculo incluido de la reflexión de la luz para corregir el ángulo de entrada en el agua.

Martín Pescador Malaquita (Alcedo cristata). río Rufiji. Selous. Tanzania. ¡maldito liquen!
Martín Pescador Pío (Ceryle rudis). río Rufiji. Selous. Tanzania.

Alción Cabeciblanco (Halcyon leucocephala). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Íbamos sumando especies a cada paso. Opciones de navegación como esta, en África, desde la que cómodamente observar las especies a corta distancia, son únicas y en esto, Selous se lleva la palma. Recordaba el paseo por el Chobe (Botswana), que siendo también espectacular, es muy concurrido y no disfrutas del entorno del mismo modo, con esta quietud y ausencia total de murmullos u otros ruidos de origen humano. Al margen de las especies, el entorno tiene el atractivo de los bosques mixtos de palmeras del género "Borassus" destacando en altura con el resto de vegetación, Tamarindos y otra vegetación arbustiva riparia incluida.
Borassus aethiopium destacan entre otra vegetación de menor porte. río Rufiji. Selous. Tanzania.
río Rufiji. Selous. Tanzania.
...el huidizo y de ojos descomunales Alcaraván Acuático (Burhinus vermiculatus), la potente Garza Goliat (Ardea Goliath), la cosmopolita Garceta Grande (Egretta alba), la Garcita Verdosa (Butorides striatus), la rara Cigüeña de Abdim (Ciconia abdimii) ó el frugívoro Buitre Palmero (Gypohierax angolensis) como ejemplos de la enorme variedad que concentra el río.

Garceta Grande (Egretta alba). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Garza Goliat (Ardea Goliath). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Alcaraván Acuático (Burhinus vermiculatus). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Pero, de entre las aves, la más notable y especial de las que pudimos ver fue el interesante Rayador Africano (Rynchops flavirostris). Lamento no poder ofrecer una mejor foto de este especializado pescador que, como su propio nombre indica, "raya" la superficie del agua con su especializado pico de mandíbulas de diferente longitud hasta que se encuentra con un pez que nade en superficie. En ese momento, al mismo tiempo que cierra casi automáticamente su pico, vuelve su cabeza hacia sus pies para compensar el avance de su vuelo y permitir recoger su presa. Los rayadores crían en las playas temporales que deja el río en su dinámica de transporte y sedimentación, así que están expuestos al pisoteo de los Hipopótamos, Elefantes ó algún otro mamífero de gran tamaño. Entre sus enemigos, debe defender la puesta del voraz Varano del Nilo (Varanus niloticus), entre otras especies que observamos en las inmediaciones.
Rayador Africano (Rynchops flavirostris). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Al días siguiente volvimos a remontar el río hasta alcanzar la isla de los pájaros: una garcera en la que criaban Picotenaza Africano (Anastomus lamelligerus), Garza Real (Ardea cinerea), Garza Cabecinegra (Ardea melanocephala) y Espátula Africana (Platalea alba). Fue complicado llegar, pues tuvimos que atravesar una serie de bajíos en los que la panza de la barcaza se quedaba semiencallada y le costaba avanzar. En ocasiones tuvimos que ayudarnos de largas varas para salir del paso. La tensión la ponían hipopótamos y cocodrilos que no perdían ojo de nuestros avatares. Con el río en acusado estíaje, pero siendo una fuente de agua permanente, Antílopes Acuáticos (Kobus ellipsiprymnus), Elefantes y Búfalos Cafres (Syncerus caffer) como este viejo macho se acercaban a saciar su sed.

Picabuey Piquigüaldo (Buphagus africanus) sobre Búfalo Cafre (Syncerus caffer). río Rufiji. Selous. Tanzania.

Garza Real (Ardea cinerea). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Espátula Africana (Platalea alba). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Picotenaza Africano (Anastomus lamelligerus). río Rufiji. Selous. Tanzania.
Pese a haber emepezado ya la cria, la Espátula Africana (Platalea alba) no deja de incorporar material al nido para tenerlo en perfectas condiciones. río Rufiji. Selous. Tanzania. río Rufiji. Selous. Tanzania.
No creo que se me borraba la sonrisa de la cara en todo el camino de regreso a nuestras tiendas. Si la felicidad tiene una cara, debí hacerme una foto. Extasiados puede resultar un tanto cursi, pero no encuentro mejor modo de definir la sensación tan completa que vivimos. Esa noche, volvimos a nuestras tiendas para pasar una noche que no olvidaríamos...

miércoles, 8 de febrero de 2012

Tanzania VI: Serengueti, Corredor Oeste - Grumeti


León Africano (Panthera Leo) y Acacia. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Ne frusta vixisse videar: Que no parezca que he vivido en vano.
León Africano (Panthera Leo). Grumeti. Serengueti. Tanzania.

Cualquier aficionado a la astronomía conoce bien esta frase. Se atribuye a Tycho Brahe (1546-1601) y según cuentan, la repetía insistentemente en su lecho de muerte a J. Kepler (1531-1630), responsable de las tres leyes del movimiento planetario ó como dijo Carl Sagan en su mítica serie "Cosmos": el primer astrofísico moderno y el último científico-astrólogo. Kepler, en efecto, lo cambió TODO, en parte gracias a T.Brahe. Gracias a la multitud de observaciones que recogió a lo largo de su disipada existencia, Kepler pudo enunciar sus leyes. La vida de T.Brahe no fue en vano, sin sus datos, probablemente Kepler no hubiera tenido la transcendencia que tuvo.
No me malinterpretéis, no quiero parecer pretencioso, lejos ando de que mis aportaciones sean cruciales para el avance científico... pero lo que sí supondría para mi haber vivido en vano sería dejar pasar la vida sin dejar de aprender, sin dejar de emocionarme, de descubrir y disfrutar de lo que nos ofrece la vida, la única certeza. Y como en el legado de Brahe a Kepler, mis hijos construyan su vida sobre el legado de su padre, ¡y que no sea en vano!
Avefría Senegalesa (Vanellus senegallus). Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Iniciamos el segundo día del Serengueti con otra Avefría, la que hacía el número cinco entre las aves vistas en el viaje de este género (vanellus). En Selous contaríamos una avefría más, totalizando así seis vanellus, un género con hasta diez representantes en la lista de aves de Tanzania. Nadie puede negar que la Senegalesa luce un cuidado diseño de porte elevado y aspecto distraído, que junto a su estrafalaria caráncula le confiere cierta elegancia aristocrática. Aunque para estrafalario el Estornino Carunculado (Creatophora cinerea), que vimos no muy lejos de allí.
Tocaba explorar tranquilamente el área del Grumeti, con el Leopardo (Panthera pardus) como una de las especies objetivo. Y eso hicimos, sin prisas, muy relajados íbamos añadiendo especies, fotogramas o comentarios a nuestra luna de miel. ¿repetimos en nuestro décimo aniversario, mi amor?, en cinco años os lo cuento...

Juvenil de Pigargo Vocinglero (Haliaeetus vocifer). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Avemartillo (Scopus umbretta). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Alción Cabecipardo (Halcyon albiventris). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.

Ibis Hadada (Bostrychia hagedash). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Varano del Nilo (Varanus niloticus). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Estas cinco fotos las hicimos desde el mismo punto, el mismo desde el que observamos también Ganso del Nilo (Alopochen aegyptiacus), Garza Real (Ardea cinerea) ó el bonito Abejaruco Chico (Merops pusillus), mientras que a nuestras espaldas escuchábamos el chisporroteo del temblor del agua producido por las vibraciones del cuerpo de los Hipopótamos (Hippopotamus amphibius), comportamiento que interpretamos como territorial ó quizá una forma de amedrantamiento ante nuestra cercanía...
Hipopótamo (Hippopotamus amphibius). Se observan las ondas producidas por la vibración de su cuerpo. Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
En un denso bosque restringido a una pequeña isla del río tuvimos la fortuna de ver durante unos instantes a este "folívoro" Colobo Guereza (Colobus guereza occidentalis), un mono que se aleja de los típicos diseños de los cercopitecos. Poder tener siquiera esta foto fue todo un triunfo para nosotros.
Colobo Guereza (Colobus guereza occidentalis). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
No tuvimos la tentación siquiera de detenernos y hacer esperas ante la posibilidad de que los Ñues se animaran a cruzar el Grumeti. No vimos ningún grupo de estos en las proximidades del río, al menos en actitud de agruparse para dar el salto. Como se puede ver en la imagen, los Cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus) también parecían tener claro que hoy no sería el día que tuvieran la oportunidad de hincar el diente a algún gran ungulado. Sus pesados cuerpos se hunden lentamente en el lodo de las orillas, escapando así del calor sofocante del medio día tanzano de finales del mes de junio, algunos hasta un punto en que es difícil diferenciarlos del propio barro.
Cocodrilos del Nilo (Crocodylus niloticus). Río Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Dado por cierto que cualquier espera sería inútil, decidimos volver a donde a primera hora habíamos visto un grupo de leones aproximarse a un rebaño de Ñúes. Queríamos probar suerte en poder ver un lance de caza... De camino, se cruzó a corta distancia, muy confiada, una pareja de Sisón Senegalés (Eupodotis senegalensis), podéis observar en la sombra proyectada por el cuerpo del ave que casi era medio día y el calor apretaba, no teníamos mucho tiempo y queríamos volver a la manada de leones...
Sisón Senegalés (Eupodotis senegalensis). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Según nos aproximábamos, primero un Cuervo de el Cabo (Corvus capensis) y luego este Buitre Moteado (Gyps rueppellii) nos indicaron a las claras que habíamos llegado tarde. Efectivamente, los leones sesteaban empezando su digestión mientras que un apretado grupo de necrófagos apuraban cada uno según su especialidad la carcasa de un viejo Ñu: Marabúes, Alimoches Sombríos, Buitres Africanos y Moteados... se repartían la carroña con un sólo criterio de orden: el hambre. Y así fue hasta que llegaron los macarras del Serengueti. Una pareja de potentes Buitres Orejudos (Torgos tracheliotus) se posó y espero unos minutos. Como perfectamente coordinados, tras un instante, comenzaron a andar directos hacia la carroña. Parecían saberse fuertes y a su paso, el resto de comensales se retiraron para no oponer ninguna resistencia a su avance. No tardaron en coger el mejor puesto a su gusto, al menos eso interpretamos y con su poderoso pico abordaron el área de los belfos de la bestia yaciente.
Buitre Moteado (Gyps rueppellii). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Buitre Orejudo (Torgos tracheliotus). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Ya por la tarde, continuamos explorando un área mixta en la que se alternaban sabanas densamente arboladas, en ocasiones arbustivas, con otras más abiertas, incluso herbáceas de no mucha extensión. Esta "delicada" Mangosta Enana (Helogale parvula) tenía su hura sobre un termitero, donde descansaba muy a su gusto, a la sombra de un árbol. De pájaros, tres grandes avistamientos, en primer lugar, el Azor Lagartijero Oscuro (Melierax metabates), ave que alcanza en su distribución, aunque de forma marginal, el norte de Marruecos. Más tarde, un Azor Blanquinegro (Accipiter melanoleucus). Y para completar las rapaces del día, un Águila Crestilarga (Lophaetus occipitalis).
Mangosta suave (Helogale parvula). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Azor Lagartijero Oscuro (Melierax metabates). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
Lo habíamos visto antes en Manyara y lo volveríamos a ver en Selous, el Cálao Terrestre Sureño, (Bucorvus leadbeateri) es un ave de hábitos muy terrestres que patrulla incansable la sabana en busca de insectos, reptiles, pequeños mamíferos... Su potente pico le permite manejar especies de considerable tamaño.
Cálao Terrestre Sureño (Bucorvus leadbeateri). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.
La manada en disciplinado orden se movía hacia el norte. Trote constante, mantenido, como un corredor de fondo, sin desfondarse. Es increible ver como se dosifican, sin entrenador personal...
Ñú Azul (Connochaetes taurinus). Western Corridor. Grumeti. Serengueti. Tanzania.


Gineta Común (Genetta genetta). Western Corridor. Serengueti. Tanzania.

Gacela Thompson (Eudorcas thomsonii). Western Corridor. Serengueti. Tanzania.
En innumerables ocasiones soñé con encontrarme con este vivérrido en España. Y alguna vez lo pude ver, pero siempre de forma fugaz, en ocasiones sólo adivinándola. En nuestro lodge nos visitaba como un gato que busca la generosidad de su amo. Le faltaba ronronear entre nuestras piernas. Son de las cosas que suman a una experiencia que te pone más en relación con la naturaleza más salvaje. Finalizada su ronda, se retiraba por entre las acacias próximas y desaparecía protegida por la noche...




Dejamos Serengueti casi con tristeza, pensando en todo lo que nos dejábamos sin ver. Con el firme propósito de regresar, todavía quemamos un último cartucho tras el Leopardo (Panthera pardus). Y lo vimos, aunque entre el denso follaje del árbol al que subió su presa, esta Gacela de Thompson.