lunes, 26 de diciembre de 2011

Argentina II: Cordillera Andina


Arrayanes (Luma apiculata)






Patagonia, la tierra de los Patagones, tienes muchas caras. Geográficamente, la patagonia argentina (no olvidemos que Chile también tiene "su" patagonia) es el territorio que se encuentra al sur del río Colorado y de ahí a Tierra de Fuego hay mucho territorio... Así que, aunque principalmente la patagonia es esteparia, árida, incluso desértica y en gran medida cubierta por vegetación rala, en ocasiones arbustiva, las más de las veces, herbácea, el sector Andino patagónico es húmedo, cubierto de bosques, y donde proliferan pintorescos lagos de origen glacial, muy al estilo Alpino. Entre ellos, uno de los más conocidos quizá sea el lago Nahuel Huapi, a orillas de la turística localidad de Bariloche, la  pudimos realizar interesantes recorridos para empaparnos no sólo en sentido literal, que así fue, sino también de la interesante flora andinopatagónica, que tanto en Argentina como en Chile, se halla en gran parte recubierta de densos bosques y selvas frías de coníferas siempreverdes y fagáceas caducifolias. Una de las especies botánicas más interesantes fue conocer el pequeño rodal relicto de Arrayanes (Luma apiculata), llamado así por el parecido que encontraron los españoles de sus hojas con las hojas del arbusto de distribución ibérica Arrayán, más conocido como Mirto (Myrtus communis). Este grupeto de Arrayanes se encontraba dentro de uno mayor compuesto por Coihues (Nothofagus dombeyi) y como sotobosque, la densa y apretada caña, realmente es un bambú, Colihue (Chusquea culeou). El Arrayán se presenta casi siempre en forma arbustiva, así que encontrar ejemplares arbóreos y añosos no es habitual. Por lo tanto este bosquejo es muy especial y no podiámos dejar de acercarnos a conocerlo. El árbol posee, cuando adulto, una corteza anaranjada que me recordaba al color del Alcornoque (Quercus suber) recién descorchado.
Carretera de Bariloche a Trevelín, "photoshopeada" al estilo "Camino a MORDOR".
Cascadas de Nant y Fall. Trevelín. Argentina.
De San Carlos de Bariloche nos acercamos a visitar, en dirección sur, las localidades galesas de Trevelín y Esquel, en la región de Chubut. Llama mucho la atención encontrarte un pueblo enmedio de la patagonia reconocido por sus casitas de té. Desde Esquel la mala fortuna nos impidió visitar el Parque Nacional de los sagrados Alerces (Fitzroya cupressoides), con ejemplares que alcanzan los 75 metros y superan los 4.000 años. Este Alerce no tiene nada que ver con los verdaderos Alerces del género Larix, un ejemplo más de nombres vernáculos heredados de los primeros exploradores y colonos europeos, que nombraban a las especies por similitudes con las especies familiares para ellos.

Desde Trevelín "nos consolamos" con las cascadas de Nant y Fall, bonitas, pero prescindibles.
Desde allí cruzamos 800 km. de patagonia, de este a oeste, para alcanzar Puerto Pirámides, en Península Valdés.



En el camino nos encontramos con una "representación" de la gesta de los primeros galeses que, desde la costa atlántica, se adentraron en la inhóspita patagonia para alcanzar las verdes y rebosantes de agua faldas de los Ándes, de las que habían oido hablar por boca de los indios tehuelches. En la foto abajo, un descendiente de esos intrépidos colonos, todavía con acento galés. Notad las artesanales riendas y el correaje, fabricado de cuero crudo entrelazado.



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