Uno de los insectos más elegantes de nuestra mermada entomofauna serrana. Es todo un espectáculo encontrarse con uno de ellos en estado adulto. Si en el medievo hubieran conseguido un artefacto volador, seguro que se parecería a este neuróptero bioindicador del estado de salud del ecosistema que ocupa. No los busquéis ahora, vuelan en primavera tardía, verano...
Es precioso, por aquí también hay alguno. Besos.
ResponderEliminarNo se te escapa la belleza en ninguna de sus formas, Teresa!
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