Fotograma de Dytiscus marginalis, Hoyo de Manzanares, Madrid. Se observan especialmente bien en la foto "los palpos". |
Su capacidad de adaptación es infinita. Se podría decir que, salvo el mar, ocupan cualquier biotopo. Un ejemplo de adaptación que me encanta es la del Escarabajo Buceador (Dytiscus marginalis). En agosto de 2010 pudimos capturar un ejemplar y observarlo bien en un bote de cristal. Especialmente destacables son el desarrollo de sus patas, adapatadas como remos a la natación. Una vez filmado, fue devuelto a la corriente del Manzanares, donde vive como activo cazador.
Otra de sus notables adaptaciones tiene que ver con la respiración: tanto las larvas como los adultos necesitan del aire para respirar, y lo hacen subiendo su abdomen hasta la superficie del agua, con el extremo posterior rompen la tension superficial y dejan que el aire penetre por los espiraculos. El aire también queda atrapado bajo los élitros formando una burbuja al final del abdomen que actúa a modo de reserva. Suben a la superficie entre 4 y 7 veces por hora. En el video se observa bien la burbuja, reserva de oxígeno.
Esta entrada va dedicada a Andrés, mi hijo mayor y estímulo constante para seguir disfrutando del campo en todas sus vertientes. Apunta maneras y se ha convertido ya en el perfecto compañero de andanzas. Su capacidad de observación es envidiable, nada se escapa a su atención. Posee el mayor tesoro de un naturalista: una infinita curiosidad. (el bote es suyo, es su "arma" de trabajo).
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