Cuando el año pasado encontré a pocos metros de mi casa esta flor tan, a mis ojos, ajena a su entorno, he de reconocer que dude si era autóctona. Me pareció demasiado esbelta y elegante para el bosque mediterráneo, ¡qué reflexión más sesgada y condicionada por mi mala educación botánica! (misma experiencia que tuve con las orquídeas, sin ir más lejos), pero por heráldica que pueda ser, es tan ibérica y en cierto modo, rústica, como nuestra Águila Imperial Ibérica.
El Lirio Español (
Iris xiphium), ahora propuesto como
Xiphion vulgare, según explica Enrique Luengo en su extraordinario y muy recomendable blog
"Almanaque natural", ha pasado de ser un absoluto desconocido para mi, a formar parte de uno más de los momentos estelares de la naturaleza que disfrutar cada año y así, este fin de semana, tras no localizar las que descubrí el año pasado, enjuagé mi frustración con el descubrimiento de dos nuevos emplazamientos: el primero, un ejemplar en solitario, servía de perfecto lecho para la cópula de la que por aquí es casi plaga, ya que muchos Majuelos (
Crataegus monogyna) andan por estas fechas infestados por sus orugas, sin apenas hojas libres de su apetito.
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Cópula de "Blanca del Majuelo" (Aporia crataegi) sobre Lirio Español (Xiphion vulgare). El Boalo. Madrid. |
La otra localización me resultó de lo más curiosa, entre un apretado seto de Rosal Silvestre
(Rosa canina) y Melojo (
Quercus pyrenaica) se defendían de los incisivos de las vacas con las que comparten espacio y así sus tallos aparecen elongados en mayor medida de los que crecen sin tanta competencia. Pude contar aquí hasta cinco ejemplares.
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Lirio Español (Xiphion vulgare). El Boalo. Madrid. |
Solo quedar confiar en que el año que viene permanezcan por aquí estos u otros más, para deleite de los que nos conformamos con que todo siga igual...