viernes, 12 de abril de 2013

Jardín Botánico

Todas las aves tienen muy medida su distancia de huida, cuando beben, posadas o hurgando por entre los troncos de los árboles, todavía sin follaje, no dejan de vigilar sus posibles amenazas... El escorzo del Mirlo, que parece deformarle la cara (en la foto), es una muestra evidente de que para las aves no es un acto banal el hecho tan aparentemente fútil de bajar a beber, nuestra proximidad seguramente les estresa.
Macho de Mirlo Común (Turdus merula). Jardín Botánico. Madrid.

Hembra de Gorrión Doméstico (Passer domesticus). Jardín Botánico. Madrid.
Pico Picapinos (Dendrocopos major). Jardín Botánico. Madrid.
Hembra de Pico Picapinos (Dendrocopos major) nos mira desde su atalaya. Jardín Botánico. Madrid.

Formón de carpintero. Notad la similitud de los extremos con el pico del carpintero: misma función, distinta utilidad.

Por cierto, el Botánico estaba ahora pletórico de tulipanes, las primeras junto con alguna Camelia, Brunneras, algunos Berberis (Agracejo), Espireas, frutales... en un par de meses lo visitaremos de nuevo para disfrutar de sus rosaledas.

1 comentario: