miércoles, 22 de febrero de 2012

Tanzania VIII: Selous walking Safari

Rufiji River Camp en un lodge con tiendas de lona y un baño anexo de ladrillo. No tiene ningún tipo de vallado y aunque su ubicación sobre un alto talud del río funciona a modo de fortaleza, sólo lo hace para una pequeña parte de su perímetro, así que, realmente, no hay impedimento para que los animales lo atraviesen sin obstáculos que superar. La primera noche estuve mosqueado, horas en vela, por los ruidos que se escuchaban del tránsito de "algún animal" por entre las tiendas. Mi mayor deseo era poder ver, al menos escuchar, al Cárabo Pescador Común (Scotopelia peli) y en ese deseo yo me andaba y eso me hacía estar alerta... Mi mujer insistía que eran imaginaciones mias, pero al amacener pude ver las huellas "artiodáctilas" (número de pezuñas impar) sobre la arena rastrillada del día anterior... ¡¡¡Al menos un Hipopótamo Común (Hippopotamus anphibius) había pasado la noche rondando por el campamento!!! Y no fue el único: un potente rugido a media noche y el paso de una piara de Potamóqueros de río (Potamochoerus larvatus) completaron aquella intensa e inolvidable noche.
Gecko ¿Cnemaspis uzungwae? sobre la lona de la tienda de Selous. Tanzania.
El cansancio acumulado de la noche anterior me hizo caer rendido la segunda... A media noche, un codazo de mi mujer me despertó. Javi, algo está empujando la tienda! Efectivamente, un marcado abultamiento se movia a través de la lona y un ruido de masticación se oía a la perfección. Así era, el hipopótamo apuraba las briznas de hierba fresca que crecían en la base de la tienda, donde el cortacéspedes no llega. Me acerqué a la mosquitera para confirmar sospechas, la mitad de la misma la cubría el orondo cuerpo del animal. Entre él y nosotros sólo había un trozo de tela, ó de mosquitera... Cuando paraba de masticar, nosotros parábamos de respirar... pues creo que lo hacía para escuchar cualquier amenaza que pudiera inquietarle... Tuve la tentación de coger la cámara para dejar registro del momento, ¡no quiero ni pensar qué pasa cuando a media noche le metes un flashazo a un bicho malhumorado de 3 toneladas!
Hipopótamo Común (Hippopotamus anphibius): El responsable del mayor número de muertes por animales en África (excluido el mosquito). Selous. Tanzania.
Walking Safari. Selous. Tanzania.
En cuanto a la forma de visitar Selous, destacan dos actividades que son únicas: el paseo por el río Rufiji y los Safaris a pie. Pertrechado con un fusil que carga una vez que abandonas el perímetro del campamento, un guía te conduce en un recorrido a pie por la reserva. Cuando caminas por un sendero y te encuentras con estos restos recientes de Elefante (ver foto izquierda), ¡da cosica! andan cerca, ¡piensas!
Tras tantos kilómetros en coche y barca, recorrer a pie la reserva fue una experiencia emocionante y divertida, con algo de tensión también. El recorrido terminó en un árbol de Ébano, donde nos recogió un jeep con el que continuamos la visita.

Árbol del Ébano, género Diospyros. Selous. Tanzania.
Preciosa flor de bulbosa. Detalles que sólo a corta distancia se pueden disfrutar. Selous. Tanzania.
Honestamente, el paseo de la tarde fue un poco frustrante: buscamos Leopardo, León y Licaón sin éxito. Lo mejor, la clase práctica de identificación de rastros de animales. No hay que olvidar que en esta reserva se cazaba hace no mucho tiempo y hasta que los animales cambien su actitud, se llevarán años... Quedaba lejos la confianza que mostraban los animales en el archivisitado Ngorongoro. Aquí quedan algunos de los momentos vividos: desde el más intenso, la falsa carga de este Elefante, a la más tierna, protagonizada por una familia de Babuino Amarillo (Papio cynocephalus), especie más pequeña que el más común y abundante del norte de Tanzania Papio anubis. Y de subespecies, en Selous también se mueve otra: el Ñú "Nyassa" (Connochaetes taurinus johnstoni).
Joven de Elefante Africano (Loxodonta africana). Selous. Tanzania.
Babuino Amarillo (Papio cynocephalus). Selous. Tanzania.
Ñú "Nyassa" (Connochaetes taurinus johnstoni), subespecie propia de Selous. Tanzania.
Tardó en dejarse ver, pero al final pudimos registrarlo y apuntarlo en la lista. Tras ver en repetidas ocasiones a su primo hermano el "piquigualdo", sobre Hipopótamo y Búfalo, observamos al Picabuey Piquirrojo (Buphagus erythrorhynchus) peinando literalmente el pelaje de una girafa. Estas especies, endémicas de las sabanas africanas, me resultan de lo más interesante, por sus hábitos tanto mutualistas como parásitos. Se han registrado comportamientos similares entre los pinzones de las islas Galápagos, concretamente en los llamados Pinzones Vampiro (Geospiza difficilis septentrionalis) que empezaron desparasitando a los Piqueros de Patas Azules (Sula nebouxii) y han terminado siendo el azote de estas aves, a las que acosan sin piedad produciéndoles notables hemorrágias. Realcionado con este tema, os recomiendo este gran blog: "la ciencia y sus demonios".
Picabuey Piquirrojo (Buphagus erythrorhynchus), "el deseado". Selous. Tanzania.
Aquí os dejo otros de los momentos que pudimos vivir en esta inmensa reserva.
Tántalo Africano (Mycteria ibis). Selous. Tanzania.
El feo Marabú Africano (Leptoptilos crumeniferus). Selous. Tanzania.
Un antílope muy esquivo: macho y hembra de Antílope Jeroglífico (Tragelaphus scriptus). Selous. Tanzania.
La llamada "comida rápida de África". Impala (Aepyceros melampus). Selous. Tanzania.
Mono ó Cercopiteco Vervet (Chlorocebus pygerythrus). Se observan sus atributos de intenso color azul. Selous. Tanzania.
De África continental saltamos a Zanzibar. De nuestra relajada estancia allí, destacar este simpático habitante de los jardines del complejo donde estuvimos alojados.
"Bush Baby" ó Gálago de Zanzibar (Galagoides zanzibaricus). Zanzibar. Tanzania.
Dejamos África pensando, siempre se debe pensar, en volver. No hay sitio igual. Es el destino, sin adverbios.
Sobre una impresionante lista de 1.120 especies (Clements 6ª ed.) anotar sólo 164 es una cifra ridícula. Pero he de reconocer que más allá de los números, cada vez disfruto más sin buscar nada en particular, dejándome sorprender. Y para eso, África es única.

4 comentarios:

  1. Sin duda, yo quiero dejarme sorprender también por África y sus encantos. Felicidades por tan alucinante viaje. Lo del hipopótamo nocturno tuvo que ser de película de terror. Un abrazo

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  2. Gracias Gabriel, sigo viviendo de recuerdos, como ves... Por cierto, lo de las Perdiceras, las teníais ahí mismo! Qué pasote! Un abrazo,

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  3. He tenido la oportunidad de visitar el año pasado Selous y tambien Mikumi, Ruaha y Sadaani. Creo que como a ti, me ha parecido uno de los mejores viajes de naturaleza que se pueden hacer en África. Si te apetece date un paseo por nuestro blog que hemos colgado un video de ese viaje, seguro que te traera bueno recuerdos.
    JAM

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  4. Hola JAM, gracias por visitar el blog. Qué grande poder visitar Mikumi y Ruaha. África es única, nunca me cansa. Me pasaré por tu blog, Un abrazo.

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